Implicaciones sociales de las tecnologías de la información
La tecnología ha mejorado el nivel de vida general de muchas personas en las últimas décadas. Sin la tecnología, la gente seguiría viviendo dentro de los límites geográficos de sus sociedades. Entre los ejemplos de avances tecnológicos que han facilitado la vida se encuentran cosas como Internet, los teléfonos, las tabletas, la televisión, la PS y los videojuegos y películas. Sin embargo, estos son sólo los atributos positivos de la tecnología; también hay una serie de efectos negativos que ha traído a la sociedad en general. Este trabajo de investigación pretende analizar estos impactos negativos de la tecnología en la sociedad y en la forma de vida en general. Podría decirse que algunos de estos avances tecnológicos han aumentado los niveles de estrés y el aislamiento en la sociedad. Al parecer, la tecnología ha tenido un impacto racional en el significado de lo “social”. Ha afectado a muchos aspectos diferentes de la vida, como la educación, la comunicación, el transporte, la guerra e incluso la moda. Muchos en la sociedad están preocupados por la rápida transformación de la atención humana.
Implicaciones tecnológicas significado
Fig. 1. Ordenador BRLESC-II construido por el personal del Ejército de los Estados Unidos para su uso en el Laboratorio de Investigación Balística, Aberdeen Proving Grounds entre 1967 y 1978 aproximadamente, A. V. Kurian en la consola. Cortesía de U.S. Army Photos.
Fig. 2. Vaca con una etiqueta RFID del Sistema Nacional de Identificación del Ganado (NLIS) de Australia en su oreja. La identidad de la vaca se detecta automáticamente cuando pasa por las puertas de redacción y se le suministra el alimento adecuado en función de los datos históricos sobre su rendimiento lechero. Cortesía de Adam Trevarthen.
Las tecnologías emergentes que darán forma a los próximos años son complejas en su composición, con cadenas de valor muy engranadas que se asemejan más a un proceso o servicio que a un producto individual [31]. En el centro de este desarrollo está la convergencia: convergencia en dispositivos, convergencia en aplicaciones, convergencia en contenidos y convergencia en infraestructuras. El entorno actual se caracteriza por el avance hacia las soluciones de computación en la nube y las plataformas de medios sociales de la Web 2.0 con acceso ubicuo a través de una miríada de dispositivos móviles o fijos, algunos de los cuales se podrán llevar puestos en personas y animales (Fig. 2) o estarán integrados en sistemas (por ejemplo, vehículos y electrodomésticos), Paralelamente a estos cambios, aparecen servicios web que pueden requerir o no un operador humano para la toma de decisiones en un determinado proceso empresarial, la dependencia de los flujos de datos de los dispositivos de identificación automática [por ejemplo, las etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID)], la precisión y fiabilidad de los servicios basados en la localización [por ejemplo, mediante el uso de sistemas de posicionamiento global (GPS)] y las técnicas de supervisión de la condición (por ejemplo, mediante el uso de sensores para medir la temperatura u otros datos fisiológicos). La mayor parte de esta nueva tecnología se ubicará de forma invisible en semiconductores miniaturizados que están llamados a alcanzar tales economías de escala, que los evangelistas de la tecnología suelen señalar que todo ser vivo y no vivo vendrá equipado con un chip “a bordo”.
Impacto de las tecnologías de la información
Según el Barómetro de Confianza 2020 de Edelman, la confianza en la tecnología cayó 6 puntos a nivel mundial (hasta 68 en una escala de 100). En Estados Unidos, alcanzó un mínimo histórico de 57 sobre 100. Es un buen momento para repasar lo que la tecnología y la industria tecnológica están haciendo bien y lo que hay que mejorar. ¿La tecnología es buena o mala para nosotros?
La tecnología tiene un enorme potencial para mejorar la salud y los sistemas sanitarios tal y como los conocemos. Desde los ensayos clínicos de medicamentos impulsados por la IA, pasando por la monitorización preventiva de los pacientes, hasta las soluciones de bienestar como los wearables. Hemos visto cómo la tecnología ha suplido la falta de atención sanitaria en la pandemia. Las aplicaciones de telemedicina son el primer paso para que la asistencia sanitaria sea más equitativa y accesible para todos, independientemente de su situación socioeconómica.
La amplia adopción de la tecnología por parte de los pacientes y los profesionales sanitarios tiene un inmenso potencial para mejorar la eficiencia de las entidades de salud pública. Los avances tecnológicos en materia de salud preventiva (como los wearables) pueden reducir el gasto sanitario global y permitir el seguimiento del estado de los pacientes y la detección de anomalías con mayor rapidez, lo que permite reaccionar antes. Los complejos sistemas sanitarios alimentados con análisis de IA son capaces de distribuir mejor la atención y el tratamiento. La terapia de realidad virtual se está probando en pacientes con traumas graves, ya que volver a enfrentarse a sus miedos una vez más y sobrevivir ha resultado ser el mayor salto terapéutico para muchos.
Tecnología y sociedad
Sobre la base de la creciente bibliografía destacada anteriormente y en la siguiente sección, junto con el aumento de las tecnologías digitales en términos de sitios de redes sociales, conferencias virtuales, etc., existen pensamientos y enfoques alternativos para mantener las conexiones y actividades sociales durante la crisis. En general, este crecimiento de la investigación académica ilustra un ámbito en rápida evolución dentro de los campos de la sociología, las ciencias sociales en general, la informática y la gerontología. Además de una serie de proyectos de investigación nacionales e internacionales centrados en los diversos impactos y papeles que la tecnología puede desempeñar dentro de la sociedad (Ivan et al., Aceptado; Ivan y Hebblethwaite, 2016; Loos et al., 2018, 2019; Marston et al., 2019; Nimrod, 2019; Nimrod e Ivan, 2019; Gallistl y Nimrod, 2020).
El proyecto ACT (envejecimiento + comunicación + tecnologías) (proyecto ACT, 2014-2021) es una asociación financiada por Canadá que reúne a más de 45 investigadores internacionales, socios comunitarios e instituciones. A través de diferentes proyectos piloto y estudios de caso, ACT pretende explorar y comprender las experiencias transformadoras del envejecimiento a través de diversos medios de comunicación. Desarrolla la investigación en tres áreas principales.