Quién inventó la tecnología
La década de los 70 en materia de ciencia y tecnología alcanzó su punto álgido con el ambicioso Programa Voyager, que envió las expediciones sin tripulación Voyager 1 y Voyager 2 a varios de los planetas exteriores del Sistema Solar. El programa también incluía un Disco Dorado de las Voyager con las naves espaciales con la esperanza de presentar aspectos de la vida en la Tierra a formas de vida extraterrestre inteligentes. El disco contenía imágenes y otros datos sobre los seres humanos y otros seres vivos de la Tierra. También contenía un surtido de música de distintas culturas[1].
Junto con los logros cenitales de los Voyager como el final del programa de naves espaciales lunares Apolo de la NASA, con el último vuelo, el Apolo 17,[2] en 1972. Los programas Apolo-Soyuz y Spacelab terminaron en 1976, y habría un paréntesis de cinco años en los vuelos espaciales tripulados estadounidenses hasta el vuelo del Transbordador Espacial[3][4] La Unión Soviética desarrolló tecnologías vitales que implicaban la vida humana a largo plazo en caída libre en las estaciones espaciales Salyut y posteriormente Mir.
La década de 1970 fue testigo de una explosión en la comprensión de la física del estado sólido, impulsada por el desarrollo del circuito integrado y el láser. La evolución del ordenador produjo una interesante dualidad en las ciencias físicas en este periodo: la tecnología de grabación analógica había alcanzado su punto álgido y era increíblemente sofisticada. Sin embargo, la medición digital y las herramientas matemáticas, cada vez más baratas (aunque todavía fuera del alcance del público en general) permitían obtener respuestas discretas e imágenes de los fenómenos físicos, aunque con una baja resolución y un escaso ancho de banda de datos. Esta tendencia alcanzaría su punto álgido en 1982, aunque el periodo 1974-1982 representa el “periodo de la dicotomía” en la medición de las ciencias.
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El cambio tecnológico (CT) o el desarrollo tecnológico es el proceso global de invención, innovación y difusión de tecnología o procesos[1][2] En esencia, el cambio tecnológico abarca la invención de tecnologías (incluidos los procesos) y su comercialización o liberación como fuente abierta a través de la investigación y el desarrollo (produciendo tecnologías emergentes), la mejora continua de las tecnologías (en la que a menudo se vuelven menos costosas) y la difusión de tecnologías a través de la industria o la sociedad (que a veces implica la disrupción y la convergencia). En resumen, el cambio tecnológico se basa tanto en una mejor como en una mayor tecnología.
En sus inicios, el cambio tecnológico se ilustró con el “modelo lineal de innovación”, que ahora se ha descartado en gran medida para ser sustituido por un modelo de cambio tecnológico que implica la innovación en todas las etapas de investigación, desarrollo, difusión y uso. Cuando se habla de “modelar el cambio tecnológico”, se suele referir al proceso de innovación. Este proceso de mejora continua suele modelarse como una curva que representa la disminución de los costes a lo largo del tiempo (por ejemplo, las pilas de combustible, que se han abaratado cada año). La CT también suele modelizarse mediante una curva de aprendizaje, por ejemplo: Ct=C0 * Xt^-b
Computación cuántica
Las teorías del cambio tecnológico y la innovación intentan explicar los factores que configuran la innovación tecnológica, así como el impacto de la tecnología en la sociedad y la cultura. Algunas de las teorías más contemporáneas del cambio tecnológico rechazan dos de los puntos de vista anteriores: el modelo lineal de innovación tecnológica y otro, el determinismo tecnológico. Para desafiar el modelo lineal, algunas de las teorías actuales del cambio y la innovación tecnológicos apuntan a la historia de la tecnología, donde encuentran pruebas de que la innovación tecnológica suele dar lugar a nuevos campos científicos, y destacan el importante papel que desempeñan las redes sociales y los valores culturales en la creación y la configuración de los artefactos tecnológicos. Para rebatir el llamado “determinismo tecnológico”, las teorías actuales del cambio tecnológico hacen hincapié en el alcance de la necesidad de elección técnica, que consideran mayor de lo que la mayoría de los profanos pueden percibir; como les gusta decir a los especialistas en filosofía de la ciencia y la tecnología: “Podría haber sido diferente”. Por esta razón, los teóricos que adoptan estas posturas suelen argumentar que es deseable una mayor participación del público en la toma de decisiones tecnológicas.
Internet de las cosas
Las tecnologías emergentes son tecnologías cuyo desarrollo, aplicaciones prácticas, o ambas cosas, aún no se han realizado en gran medida, de modo que, en sentido figurado, están saliendo a la luz desde un fondo de inexistencia u oscuridad. Estas tecnologías suelen ser nuevas, pero también incluyen tecnologías más antiguas. Las tecnologías emergentes suelen percibirse como capaces de cambiar el statu quo.
Las tecnologías emergentes se caracterizan por su novedad radical (en su aplicación aunque no en sus orígenes), su crecimiento relativamente rápido, su coherencia, su impacto prominente y su incertidumbre y ambigüedad. En otras palabras, una tecnología emergente puede definirse como “una tecnología radicalmente novedosa y de crecimiento relativamente rápido, caracterizada por un cierto grado de coherencia que persiste en el tiempo y con el potencial de ejercer un impacto considerable en el dominio o dominios socioeconómicos que se observa en términos de la composición de los actores, las instituciones y los patrones de interacción entre aquellos, junto con los procesos de producción de conocimiento asociados. Su impacto más destacado, sin embargo, se sitúa en el futuro y, por tanto, en la fase de emergencia es todavía algo incierto y ambiguo”[1].