Conozca a la artista argentina ALEJANDRA COIRINI (FENIX360
Las relaciones entre el arte y la tecnología tienen una larga historia en el arte argentino. Los experimentos con la luz y el movimiento en la década de 1940 fueron los precedentes de las numerosas tendencias desarrolladas durante la década de 1960, incluyendo el arte cinético, el videoarte y algunas incursiones en el cine expandido. Los dispositivos mecánicos y electrónicos, la luz, las máquinas, los nuevos materiales, las proyecciones fotográficas y cinematográficas, los sistemas de sonido, el vídeo y los ordenadores llegaron a aparecer con mucha frecuencia en las obras y reflexiones de los jóvenes artistas, estimulados por un clima político favorable y un diálogo fluido con el circuito artístico internacional.
A finales del siglo XIX, los artistas argentinos comenzaron a mantener un lento pero constante diálogo con Europa. Ir a Italia o a Francia para perfeccionar los conocimientos artísticos era una práctica habitual entre los jóvenes estudiantes de arte, alentados por las becas públicas que sufragaban sus gastos.
En la década de 1920, Emilio Petorutti y Xul Solar conmocionaron a Buenos Aires con la exposición del resultado de sus estudios en Europa. El primero había incorporado la mirada analítica de los cubistas y futuristas, mostrando una aproximación al mundo más racional que intuitiva. Xul Solar prefería un enfoque lírico, pero su imaginería, llena de arquitecturas fantásticas, estructuras mecánicas y máquinas voladoras, describía un mundo forjado al calor del progreso tecnológico. Las referencias a la ciencia y la tecnología aumentarían en el pensamiento de los artistas concretos, el primer movimiento de vanguardia argentino que se desarrolló durante los años cuarenta.
En el estudio: Claudia Fontes
El vasto y extenso recinto cuenta con innumerables exposiciones e instalaciones, así como con increíbles murales de artistas y colectivos artísticos argentinos. Tras el gran éxito de la exposición “Fuera de la Línea”, Lucas Zambrano y Soledad Zambrano fueron invitados a comisariar lo que se ha convertido en la mayor exposición al aire libre de artistas callejeros de Buenos Aires.
Las imponentes paredes de una sala de exposiciones ofrecieron un enorme lienzo compartido para una serie de artistas, entre los que se encontraban Pastel, Poeta, Mart, Roma, Nazza Stencil, Ever, Triangulo Dorado, Jaz junto con Defi, Tec y PMP del colectivo FASE. Juntos transformaron el indescriptible almacén en una extraordinaria galería al aire libre, testimonio de su talento y de su notable facilidad para trabajar a gran escala.
Un segundo espacio contaba con paredes más pequeñas que rodeaban la exposición del Circe de Soleil. Desgraciadamente, algunas de las mejores piezas han quedado ocultas a la vista del público por la zona de bastidores para los artistas, pero nos colamos detrás de las barreras para tomar algunas fotos de las obras de rundontwalk, bs.as.stncl, Cabaio Stencil, Stencil Land, Vuala, Proyecto Fauna y la Federación de Stickboxing.
Un artista argentino refleja la sequía en murales gigantes
Art DecoDe arriba a abajo: Edificio Chrysler en Nueva York (1930); cartel para la Feria Mundial de Chicago de Weimer Pursell (1933); y adorno de capucha Victoire de René Lalique (1928)Años de actividadc. 1910–1949CountryGlobal
El Art Deco, a veces denominado Deco, es un estilo de artes visuales, arquitectura y diseño que apareció por primera vez en Francia justo antes de la Primera Guerra Mundial.[1] Influyó en el diseño de edificios, muebles, joyas, moda, coches, cines, trenes, transatlánticos y objetos cotidianos como radios y aspiradoras.[2] Tomó su nombre, abreviatura de Arts Décoratifs, de la Exposition internationale des arts décoratifs et industriels modernes (Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas) celebrada en París en 1925.[3].
Desde sus inicios, el Art Decó se vio influenciado por las atrevidas formas geométricas del cubismo y la Secesión vienesa; los colores vivos del fauvismo y de los Ballets Rusos; la artesanía actualizada de los muebles de la época de Luis Felipe I y Luis XVI; y los estilos exotizados de China, Japón, India, Persia, el antiguo Egipto y el arte maya. Se utilizaban materiales raros y caros, como el ébano y el marfil, y una artesanía exquisita. El Empire State Building, el Chrysler Building y otros rascacielos de Nueva York construidos en las décadas de 1920 y 1930 son monumentos de este estilo.
Escuelas secundarias rurales de base tecnológica en Argentina
Todos los artistas incluidos en esta muestra han estado vinculados al Centro de Arte y Comunicación (CAyC) de Buenos Aires. Este influyente espacio artístico se fundó en 1969 para explorar la relación entre el arte, la tecnología, la ciencia y los estudios sociales. El director-fundador del Centro, Jorge Glusberg, describió la obra que exponía como “arte de sistemas”. El término se hacía eco del ensayo de 1968 Systems Aesthetics del crítico Jack Burnham, que sostenía que
Our Daily Bread documenta una performance en la que Geiger comía pan y distribuía tarjetas postales, abordando el tema de la pobreza en Brasil y más ampliamente en América Latina. Los contornos de Brasil y Sudamérica aparecen como agujeros en las rebanadas de pan de dos de las postales, y como contornos en la cesta de pan vacía. Aunque el título tiene resonancias cristianas, el tema del consumo vincula esta obra a las ideas de canibalismo cultural: una estrategia para absorber influencias externas y crear una identidad nacional orgullosamente híbrida que fue un concepto clave en el modernismo brasileño a partir de la década de 1920.Etiqueta de la galería, febrero de 2016