Qué es el internet de las cosas
Los dispositivos IoT son el resultado de la combinación de los mundos de la tecnología de la información (TI) y la tecnología operativa (OT). Muchos dispositivos IoT son el resultado de la convergencia de la computación en la nube, la informática móvil, los sistemas integrados, el big data, el hardware de bajo precio y otros avances tecnológicos. Los dispositivos IoT pueden proporcionar funcionalidad informática, almacenamiento de datos y conectividad de red a equipos que antes carecían de ellos, lo que permite nuevas eficiencias y capacidades tecnológicas para los equipos, como el acceso remoto para la supervisión, la configuración y la resolución de problemas. La IO también puede añadir la capacidad de analizar datos sobre el mundo físico y utilizar los resultados para informar mejor la toma de decisiones, alterar el entorno físico y anticiparse a los acontecimientos futuros.
Los dispositivos IoT suelen llamarse “inteligentes” porque tienen sensores y complejos programas de análisis de datos (analíticos). Los dispositivos IoT recogen datos mediante sensores y ofrecen servicios al usuario basados en el análisis de los datos y según los parámetros definidos por el usuario. Por ejemplo, un frigorífico inteligente utiliza sensores (por ejemplo, cámaras) para hacer un inventario de los artículos almacenados y puede alertar al usuario cuando los artículos se agotan basándose en análisis de reconocimiento de imágenes. Los dispositivos IoT más sofisticados pueden “aprender” reconociendo patrones en las preferencias del usuario y en los datos de uso histórico. Un dispositivo IoT puede volverse “más inteligente” a medida que su programa se ajusta para mejorar su capacidad de predicción con el fin de mejorar las experiencias o la utilidad del usuario.
Párrafo sobre iot
La Internet de las Cosas, comúnmente abreviada como IoT, se refiere a la conexión de dispositivos (distintos de los típicos como ordenadores y smartphones) a Internet. Coches, electrodomésticos e incluso monitores cardíacos pueden conectarse a través de la IO. Y a medida que la Internet de las cosas crezca en los próximos años, más dispositivos se unirán a esa lista.
Cualquier dispositivo autónomo conectado a Internet que pueda ser supervisado y/o controlado desde una ubicación remota se considera un dispositivo IoT. Con chips más pequeños y potentes, casi todos los productos pueden ser dispositivos del Internet de las Cosas.
Todos los componentes que permiten a las empresas, los gobiernos y los consumidores conectarse a sus dispositivos IoT, incluidos los mandos a distancia, los tableros, las redes, las pasarelas, los análisis, el almacenamiento de datos y la seguridad, forman parte del ecosistema del Internet de las Cosas.
Insider Intelligence prevé que habrá más de 64.000 millones de dispositivos IoT instalados en todo el mundo para 2026. Además, las empresas y los consumidores gastarán casi 15 billones de dólares en dispositivos, soluciones y sistemas de apoyo del IoT desde 2018 hasta 2026.
Cómo funciona el iot
Los dispositivos IoT son piezas de hardware, como sensores, actuadores, gadgets, aparatos o máquinas, que se programan para determinadas aplicaciones y pueden transmitir datos a través de Internet u otras redes. Pueden estar integrados en otros dispositivos móviles, equipos industriales, sensores ambientales, dispositivos médicos, etc.
Cada vez más, los dispositivos IoT utilizan la IA y el aprendizaje automático para aportar inteligencia y autonomía a sistemas y procesos, como la conducción autónoma, la fabricación industrial inteligente, los equipos médicos y la automatización del hogar. Muchos de estos dispositivos son sistemas basados en microcontroladores, pequeños y de bajo coste. El ancho de banda de la red y las expectativas de los consumidores en torno a la privacidad de los datos y la experiencia del usuario siguen exigiendo más procesamiento en el dispositivo, donde los datos se procesan en el punto final del IoT, en lugar de utilizar enfoques basados en la nube.
ملاحظات
En la reciente conferencia de BioMEDevice en San José, Dan Pettus, vicepresidente de Conectividad y TI de BD/Carefusion, habló de cómo su empresa llegó a adoptar la conectividad para su bomba CareFusion Alaris PC tras reconocer la enormidad de los problemas que afectan a la administración de la terapia de infusión. Por ejemplo, normalmente se necesitan más de 30 pasos para hacer llegar la medicación a un paciente. Los acontecimientos adversos asociados a la infusión añaden más de 2.000 millones de dólares a los costes sanitarios anuales. Y el 93% del personal de enfermería dijo estar muy de acuerdo con la importancia de disponer de los datos adecuados en la gestión de los pacientes. Son razones de peso para avanzar en una nueva dirección. A la hora de considerar la conexión de un dispositivo médico, hay que partir de la magnitud del problema que se pretende resolver y sopesar las compensaciones.
Gracias a la interoperabilidad de su bomba Alaris con las historias clínicas electrónicas (HCE), la enfermera sólo tiene que escanear el código de barras de la muñeca del paciente y luego escanear la bomba Alaris. La bomba programa automáticamente los ajustes, lo que ahorra unas 30 pulsaciones. Y lo que es más importante, reduce los errores de introducción de datos. Además, dado que las aseguradoras exigen datos más precisos para el reembolso, un hospital de 400 camas que pueda presentar pruebas de cuándo se inician y terminan los procedimientos puede recuperar alrededor de un millón de dólares.