Definición de transporte
Desde el siglo XVIII, la mecanización ha permitido que cada modo de transporte experimente una evolución en los métodos motrices y los vehículos. Las nuevas tecnologías de motores ofrecen la posibilidad de ser utilizadas en varios modos con adaptaciones específicas. La primera innovación más significativa fue la máquina de vapor, que mejoró el rendimiento de los modos marítimo y ferroviario desde finales del siglo XVIII y hasta el siglo XIX. El volumen de la máquina de vapor hizo que no fuera práctico aplicarlo al transporte por carretera.
El motor de combustión interna (ICE), a finales del siglo XIX, supuso la mecanización a gran escala de los modos de transporte, especialmente del transporte por carretera. Le siguió la difusión de coches, autobuses y camiones apoyada por la construcción de vastas redes de carreteras. En el caso del ferrocarril, las locomotoras diésel sustituyeron a las de vapor, mejorando la potencia y la autonomía. Sin embargo, el desarrollo del ferrocarril de alta velocidad (HSR) se apoyó en el motor eléctrico por su capacidad de generar una velocidad que un motor de combustión interna sería incapaz de alcanzar.
El transporte en el pasado
No cabe duda de que nuestro sistema de transporte está experimentando un cambio drástico y la industria del transporte tradicional está muy interesada en comprender este nuevo paradigma. Estas nuevas innovaciones en materia de movilidad están trayendo nuevas caras al sector del transporte, desde lugares como Silicon Valley y otros centros tecnológicos de todo el mundo. La introducción de nuevas innovaciones en el transporte ha sido explosiva en los últimos años, y este crecimiento promete continuar a un ritmo rápido. Con tanta transformación en el sector privado, ha llegado el momento de que el sector público se asegure de poner nuestras políticas de transporte a la altura.
El nuevo cambio en la movilidad ha sido liderado casi en su totalidad por el sector privado. Las aplicaciones de transporte compartido, como Uber y Lyft, han puesto patas arriba los mercados del taxi en todo el mundo, y la capacidad de la tecnología para facilitar el uso compartido de coches y bicicletas ha empezado a redefinir la forma en que las ciudades ofrecen opciones de movilidad. Nuevas empresas están desarrollando aplicaciones que ofrecen un transporte asequible en zonas con servicios limitados o deficientes. La enorme expansión de los datos ha permitido a los conductores desviarse del tráfico o saber cuándo llegará su autobús. Los movimientos de mercancías están mejorando con el aumento de la potencia informática, la ampliación de las opciones de distribución y la posibilidad de realizar entregas aéreas con drones. Además, los coches que se conducen solos, o al menos los que tienen algunas características autónomas, están llegando al mercado y tienen el potencial de transformar aún más la forma en que nos desplazamos.
Tecnología del transporte
La continua evolución de la tecnología automovilística pretende ofrecer beneficios de seguridad aún mayores que las tecnologías anteriores. Algún día, los sistemas de conducción automatizada, que algunos denominan vehículos automáticos, podrán encargarse de toda la tarea de conducir cuando no queramos o no podamos hacerlo nosotros mismos.
Muchos de los vehículos que circulan hoy en día cuentan con tecnologías de asistencia al conductor, que ayudan a salvar vidas y a prevenir lesiones en las carreteras de nuestro país. Mientras que algunas tecnologías de asistencia al conductor están diseñadas para avisarle si corre el riesgo de sufrir un accidente inminente, otras están diseñadas para tomar medidas para evitar un accidente.
Los coches y camiones que nos conducen -en lugar de que nosotros los conduzcamos- pueden ofrecer oportunidades de seguridad transformadoras en su madurez. En este momento, incluso el nivel más alto de automatización de la conducción disponible para los consumidores requiere el compromiso total y la atención indivisa de los conductores. Se está invirtiendo mucho en las pruebas de seguridad, el desarrollo y la validación de los sistemas de conducción automatizada. Estos avances tecnológicos de la automoción también tienen el potencial de mejorar la equidad, la contaminación atmosférica, la accesibilidad y la congestión del tráfico.
Futuros sistemas de transporte
Desde nuestras primeras civilizaciones, el transporte ha sido vital para conectar culturas, compartir conocimientos y construir sociedades prósperas. Por ejemplo, la antigua Roma se convirtió en un imperio gracias a sus carreteras y puentes.
Esos objetivos no son diferentes hoy en día. Confiamos en el transporte para trasladar a las personas y los productos de la manera más eficiente y segura. Con nuevas herramientas y tecnologías, los ingenieros siguen mejorando los sistemas de transporte existentes, algunos de los cuales se inventaron hace siglos.
Investigadores de China han desarrollado una bicicleta autónoma que puede responder a órdenes de voz gracias a un chip neuromórfico. Este chip incluye cientos de miles de sensores que ayudan a la bicicleta a reconocer órdenes de voz, evitar obstáculos y mantener el equilibrio.
Sin embargo, diseñar una bicicleta más funcional no tiene por qué ser tan complicado. Por ejemplo, un ingeniero mecánico, Ross Evans, fundó Xtracycle para convertir las bicicletas en versátiles vehículos de carga añadiendo una plataforma detrás del ciclista que puede utilizarse para transportar pertenencias, materiales y otros objetos.