Esclavitud moderna y tecnología
En la actualidad se utilizan muchos modelos valiosos, pero a menudo fragmentados, en la lucha contra la trata de seres humanos. A partir de los temas planteados en una serie de seminarios web de cinco partes organizados por Freedom Collaborative el pasado otoño, este documento sostiene que los datos deben utilizarse de forma decidida y ética para coordinar las respuestas a la trata y atender mejor las necesidades de las víctimas de la trata y de las personas vulnerables. En este documento, los autores exploran diferentes tipos de datos y sus ventajas y limitaciones relativas en el trabajo de lucha contra la trata. Dada la complejidad de la trata de seres humanos y los numerosos factores que influyen en ella, los autores sostienen que la combinación de fuentes de datos dispares y el desarrollo de infraestructuras para agregar conjuntos de datos amplios y diversos son piezas importantes para desarrollar nuestra comprensión de este problema y crear una programación más impactante.
Los datos de este informe representan señales y casos desde el 1 de enero de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2017 y son precisos a fecha de 11 de julio de 2018. Los casos de trata pueden estar en curso o se puede revelar nueva información a la Línea Nacional de Denuncias con el tiempo. Conseq…Leer más
Tecnología y libertad
Hay todo un género literario llamado “utopismo tecnológico”. Es una idea antigua, pero resurgió en los primeros tiempos de Internet. La creencia principal es que el mundo será más feliz y más libre a medida que la ciencia y la tecnología se desarrollen.
El papel de Internet y las redes sociales en todo tipo de cosas, desde la difusión de propaganda terrorista hasta el aumento del autoritarismo, ha atenuado gran parte del entusiasmo por la tecnología, pero el espíritu del tecno-utópico sigue vivo, especialmente en lugares como Silicon Valley.
Douglas Rushkoff, teórico de los medios de comunicación del Queens College de Nueva York, es el último en rebatir la idea de que la tecnología impulsa el progreso social. Su nuevo libro, Team Human, sostiene que la tecnología digital en particular está erosionando la libertad humana y destruyendo las comunidades.
Somos criaturas sociales, escribe Rushkoff en su libro, pero vivimos en una democracia de consumo que restringe la conexión humana y aviva “cualquier apetito que garantice el mayor beneficio”. Si queremos restablecer el sentido de comunidad en este mundo digital, afirma, tendremos que convertirnos en usuarios conscientes de nuestra tecnología, y no en “objetos pasivos” como somos ahora.
Tecnología y esclavitud
La prohibición de la esclavitud, norma imperativa del derecho internacional general, está consagrada en varios instrumentos. Corresponde a cada país tomar medidas para garantizar que no persistan formas de esclavitud en su territorio. El Estatuto de Roma de 1998 por el que se creó la Corte Penal Internacional también incluye la esclavitud como uno de los crímenes de lesa humanidad que son competencia de la Corte[5].
Las estimaciones mundiales de 2017 de la OIT mostraron que las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada por la esclavitud moderna, ya que representan casi 29 millones, es decir, el 71% del total general. Las mujeres representan el 99% de las víctimas del trabajo forzado en la industria del sexo comercial y el 84% de los matrimonios forzados[8].
El avance tecnológico desempeña un papel fundamental en el fomento de la prevalencia de la esclavitud moderna. Además, la falta de marcos normativos internacionales adecuados sobre la supervisión de las plataformas de medios sociales, las aplicaciones de telefonía móvil y los sitios web entraña el riesgo crítico de exponer a personas desprevenidas a la esclavitud. Hoy en día, las formas contemporáneas de esclavitud se han agudizado debido al avance de la tecnología y a la difusión de plataformas de redes sociales muy poco reguladas.
Violaciones de los derechos humanos por el desarrollo tecnológico
“Damos forma a nuestras herramientas y, a partir de ahí, nuestras herramientas nos dan forma a nosotros”. Este aforismo, atribuido a menudo al estudioso de los medios de comunicación Marshall McLuhan, procede de John Culkin, un amigo de McLuhan que reflexiona sobre las ideas del teórico y cómo podrían servir al profesor de aula que se enfrenta a las exigencias y distracciones propias del llamado “nuevo entorno electrónico” (Culkin, 1967, p. 53). Es, en el momento de escribir este artículo, una idea de hace 50 años que podría ser una de las más clarividentes hoy en día. El artículo de Culkin destila las principales reflexiones de McLuhan sobre la tecnología, su omnipresencia y su poder para servir de instrumentos principales mediante los cuales se median, manipulan y gestionan las percepciones públicas del mundo empírico.
El título principal de este ensayo es una simple pregunta para que los lectores reflexionen sobre cómo, en este período de la Era de la Información, las tecnologías de los medios de comunicación dan forma a los “grilletes forjados por la mente” (Blake, 1794) que influyen en el comportamiento (Packard, 1957/2007, p. 32) y dan forma a la percepción sobre la degradación de la soberanía, la agencia y la privacidad humanas. A la luz de estas poderosas herramientas de procesamiento y difusión de la información, nuestro propósito central es examinar críticamente cómo ciertas herramientas y contenidos de los medios de comunicación normalizan la desposesión de los derechos humanos y civiles básicos y trabajan para preparar mentalmente a las personas para un servicio incuestionable como engranajes de la maquinaria capitalista global.