Tecnología verde
Algunas tecnologías serán fundamentales para impulsar la transición hacia el cero neto. En Europa, por ejemplo, nuestros estudios sugieren que sólo 15 tecnologías podrían impulsar el 70% de la reducción de emisiones necesaria para alcanzar el cero neto en la región. Las tecnologías maduras y ya disponibles a escala comercial, como la eólica terrestre y la solar fotovoltaica, representan alrededor del 25% del potencial de reducción en Europa, mientras que un 45% adicional podría proceder de tecnologías que tienen la oportunidad de ser comercializadas en un futuro próximo. Esto significa que, además de las tecnologías de energía renovable y la movilidad eléctrica, las tecnologías de calefacción residencial con cero emisiones de carbono (como las bombas de calor), la captura y el almacenamiento de carbono, los combustibles verdes basados en el hidrógeno y la electrificación industrial podrían apoyar la descarbonización a escala.
En muchos mercados, las empresas emergentes han sido las primeras en ampliar los negocios de tecnología climática (energía renovable y vehículos eléctricos, por ejemplo), mientras que los operadores tradicionales han sido más lentos en adaptarse. Pero no es demasiado tarde para que las empresas establecidas se introduzcan en ámbitos de la tecnología climática aún en fase de maduración, donde el campo de juego sigue estando muy abierto, siempre que se muevan con rapidez. Además, habrá espacio para miles de actores circundantes a medida que estos negocios se desarrollen y maduren.
Tecnologías respetuosas con el medio ambiente
El potencial de la tecnología para influir positivamente en el medio ambiente pasó a primer plano durante los cierres de la pandemia, en los que muchas personas trabajaron a distancia. Los defensores de la tecnología afirman que el trabajo desde casa permitió reducir las emisiones de carbono, la contaminación atmosférica y el consumo de energía en general. Muchos están prestando cada vez más atención a las formas en que la industria tecnológica puede desempeñar un papel aún más activo para ayudar a sanar el medio ambiente.
Cada día, los científicos, los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales generan más datos geoespaciales y medioambientales, incluidos los SIG, los LiDAR, el Internet de las cosas y los datos de seguimiento de la fauna. Estos conjuntos de datos, en gran medida gratuitos, viven cada vez más en la nube. El crecimiento de los datos terrestres, integrados con motores de juego e inteligencia artificial/aprendizaje automático, representa fantásticas oportunidades para la innovación en múltiples sectores, incluidos los juegos, la sostenibilidad y la administración pública. – Tony Safoian, SADA
El movimiento hacia el diseño centrado en la energía es interesante. El advenimiento de la estética de bajo consumo en las interfaces web es un ejemplo muy “en la cara”; sin embargo, un verdadero cambio de paradigma podría venir de las redes construidas con un enfoque en la optimización de la energía solar en lugar de la proximidad de la empresa, es decir, servidores web con energía solar que alimentan la tecnología de una empresa desde un lugar donde brilla el sol. – David Glazer, Kroll
Tecnología verde zitmaaier
El Foro Económico Mundial (FEM) y Scientific American clasifican los cultivos autofertilizantes como una de las diez principales tecnologías emergentes del mundo. En la actualidad, se utilizan casi 120 millones de toneladas de nitrógeno como fertilizante, lo que supone entre el 1% y el 2% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono. Sin embargo, plantas como las judías y la soja, de la familia de las leguminosas, pueden crear su propio nitrógeno, y los científicos están intentando activar las mismas respuestas en otros cultivos como los cereales.
El transporte ha sido tradicionalmente un gran contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero, con sólo un 2% o menos de flotas de transporte por carretera que producen cero emisiones.Sin embargo, la creciente conciencia y las rutas de transporte a granel han llevado a una variedad de innovaciones en el transporte ferroviario y marítimo, como un tren de pasajeros libre de emisiones de dióxido de carbono, y el uso de combustibles alternativos para el transporte, como el amoníaco verde libre de carbono.
La regeneración de los ecosistemas exige que contribuyamos activamente al entorno natural y salvaguardemos la biodiversidad al tiempo que encontramos formas sostenibles de alimentarnos. Los países y las empresas están desarrollando nuevas formas de rejuvenecer los ecosistemas naturales. Por ejemplo, en algunos climas cálidos, las zonas afectadas por los incendios forestales invierten en estructuras altas que pueden diseminar gradualmente nuevas semillas y nutrientes del suelo para reponer las parcelas después de un incendio. El Reino Unido ha emprendido actividades como la plantación de árboles de madera dura, la restauración de turberas y la replantación de algas y pastos marinos. Otras iniciativas son las de Leicester, que ha creado recientemente “paradas de autobús con abejas” -techos cubiertos de plantas en las paradas de autobús para atraer a las abejas y otros polinizadores- como parte de un programa para dar a las 479 paradas de autobús de la ciudad una mejora ecológica.
Las tecnologías verdes más prometedoras
La tecnología verde es un grupo de tecnologías que buscan reducir o eliminar los impactos negativos de la actividad humana en el entorno natural. Puede incluir cualquier cosa, desde la exploración de nuevas fuentes de energía limpias y renovables hasta el desarrollo de materiales nuevos y limpios y la búsqueda de formas de reciclar residuos y materiales usados.
Hay muchas formas de invertir en tecnología verde, desde la instalación de turbinas eólicas y paneles solares hasta el apoyo a la investigación de vehículos eléctricos. Tanto los agentes privados como los gubernamentales pueden contribuir a la tecnología verde. Los gobiernos invierten en tecnología verde concediendo subvenciones o créditos fiscales a las empresas de tecnología verde, mientras que los particulares pueden apoyarlas financiando empresas de tecnología verde.
Como no existe una definición universal de lo que hace que una tecnología sea “verde”, las estimaciones de las inversiones en tecnología verde varían mucho. Las tecnologías de energías renovables, como la solar, la eólica y la hidroeléctrica, se consideran ampliamente “verdes”, aunque cada una de ellas tenga consecuencias medioambientales diferentes. No está tan claro si la energía nuclear o los motores de combustión más eficientes pueden considerarse “tecnología verde”, aunque reduzcan las emisiones de carbono.