Eficiencia eléctrica led
Los LEDs utilizan mucha menos energía para proporcionar la misma cantidad de luz que otras formas de iluminación. Una de las principales razones por las que los LED son tan eficientes es que la mayor parte de su energía se utiliza únicamente para crear luz, en lugar de crear luz y calor, como hacen las formas de iluminación menos eficientes.
Aunque los LED son relativamente caros, los de buena calidad pueden durar mucho tiempo, al menos 25.000 horas. Esto los hace más rentables que la mayoría de los otros tipos de iluminación, ya que no necesitan ser reemplazados tan a menudo.
Sí, hay blancos cálidos y fríos. El blanco cálido (luz amarillenta similar a la de una bombilla incandescente) suele ser preferible en las zonas principales de la vivienda y los dormitorios, pero el blanco frío suele ser aceptable en las zonas de la cocina y el baño.
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Bombillas de bajo consumo
Los expertos en energía coinciden en que la bombilla incandescente se está convirtiendo rápidamente en algo del pasado. De hecho, en 2007, el Congreso aprobó la Ley de Independencia y Seguridad Energética, que exige que todas las bombillas que se vendan en el mercado tengan un 30% más de eficiencia que las bombillas incandescentes estándar actuales. La ley ya ha hecho que las estanterías de las tiendas, que antes sólo tenían bombillas incandescentes, estén ahora llenas de bombillas CFL y LED.
En la última década, muchos consumidores han pasado a utilizar bombillas fluorescentes compactas (CFL) o bombillas de diodos emisores de luz (LED). La iluminación puede suponer hasta el 20 o el 25 por ciento de los costes energéticos de un hogar, por lo que el cambio puede suponer un ahorro en la factura energética mensual.
Desafortunadamente, en septiembre de 2019, el Departamento de Energía se movió para revertir las regulaciones puestas en marcha en 2017 que habrían eliminado gradualmente las bombillas incandescentes con el tiempo. Este retroceso significa que las bombillas desarrolladas por primera vez hace más de 100 años seguirán en el mercado durante más tiempo, lo que supondrá un desperdicio de energía y una mayor contaminación. Pero, aunque el Departamento de Energía haya dado un gran paso atrás en materia de eficiencia energética, sigue teniendo sentido cambiar a una iluminación más eficiente en su hogar.
Material Led utilizado
Un surtido de lámparas LED disponibles en el mercado en 2010: aplicaciones de iluminación (izquierda), luz de lectura (centro), lámparas domésticas (centro derecha y abajo) y luz de acento de baja potencia (derecha)
Las lámparas LED más eficientes disponibles en el mercado tienen un rendimiento de 200 lúmenes por vatio (Lm/W)[4][5][6] Las lámparas LED comerciales tienen una vida útil mucho más larga que las lámparas incandescentes.
Las lámparas LED requieren un circuito electrónico de controladores LED para funcionar con las líneas de alimentación de la red, y las pérdidas de este circuito hacen que la eficiencia de la lámpara sea inferior a la eficiencia de los chips LED que utiliza. El circuito controlador puede requerir características especiales para ser compatible con los reguladores de la lámpara destinados a ser utilizados en las lámparas incandescentes. Por lo general, la forma de onda de la corriente contiene cierta cantidad de distorsión, dependiendo de la tecnología de las luminarias[7].
Los LEDs alcanzan la máxima luminosidad inmediatamente, sin retardo en el calentamiento. Los encendidos y apagados frecuentes no reducen la esperanza de vida, como ocurre con las lámparas fluorescentes[9] La potencia luminosa disminuye gradualmente a lo largo de la vida útil del LED (véase la sección de caída de la eficiencia).
Ventajas y desventajas del led
Desde la bombilla de Edison, se ha innovado mucho para que la iluminación del hogar sea práctica, asequible y eficiente. El famoso inventor prometió al mundo: “Haremos la electricidad tan barata que sólo los ricos quemarán velas”. Con los LED hemos reducido sustancialmente el coste de la iluminación de los edificios, en comparación con las antiguas lámparas tradicionales.
Aun así, el uso de la energía supone una buena parte del presupuesto familiar medio, estimada en unos 230.000 millones de dólares al año. Por eso, cambiar a las lámparas LED de alta eficiencia energética es una buena manera de reducir el uso de energía en la iluminación y las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que se mejora el confort.
Las fuentes LED destacan por su larga duración. Las bombillas LED de gama alta son dispositivos de estado sólido que duran más de 10 años. Su mayor vida útil también tiene un impacto positivo en el medio ambiente, ya que menos lámparas y aparatos acaban siendo residuos.
A diferencia de las fuentes de iluminación tradicionales, que fallan en condiciones extremas, las luminarias LED pueden ser construidas para resistir las vibraciones, el viento, la lluvia, las gotas, los golpes e incluso las temperaturas bajo cero. La razón de su longevidad es su diseño robusto y su durabilidad. Los LED también tienen difusores de calor y fuentes de alimentación electrónicas precisas (drivers), que evitan los problemas de sobrecalentamiento.