Tendencias en tecnología alimentaria
Casi un tercio de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) están relacionados con la alimentación, y las cuestiones alimentarias han sido identificadas como uno de los focos temáticos clave para la ciencia de la sostenibilidad en el informe “Unleashing science” publicado por el ISC. En septiembre de 2021, la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU (UNFSS) escuchó al Secretario General de la ONU decir que las iniciativas para reforzar la ambición de las soluciones basadas en la ciencia serían cruciales para cumplir con la Agenda 2030.
Por ello, cuando los miembros del ISC, la Unión Internacional de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (IUFoST) y la Unión Internacional de Ciencias de la Nutrición (IUNS) se reunieron en noviembre para entablar un diálogo de intercambio de conocimientos, el escenario estaba preparado para un animado debate sobre el tipo de soluciones de base científica necesarias.
La reunión comenzó con el reconocimiento de que las dietas poco saludables son uno de los principales riesgos mundiales para la salud. En particular, los participantes y ponentes de la reunión hicieron hincapié en la importancia de una nutrición infantil y materna eficaz para comprender (y abordar) mejor los factores de riesgo nutricional. Estos se rigen principalmente por la biodisponibilidad de los ingredientes funcionales de la dieta, por un lado, y por el papel principal de la pobreza y la asequibilidad de los alimentos, por otro. El reto que supone el envejecimiento de las sociedades, acompañado de un deterioro fisiológico y funcional, también supone nuevos desafíos para los nutricionistas. Éstos sólo pueden abordarse mediante enfoques multidisciplinares.
Innovaciones tecnológicas alimentarias
Con los consumidores exigiendo más del sistema alimentario para apoyar su salud y bienestar, la innovación en la nutrición dirigida sigue creciendo y evolucionando. Aquí hemos destacado 5 prometedoras innovaciones de tecnología alimentaria en Europa.
Los alimentos son una compleja mezcla de calorías y sustancias químicas alimentarias, algunas de las cuales están directamente relacionadas con las enfermedades no transmisibles (enfermedades que no se transmiten directamente de una persona a otra), como la diabetes, las cardiopatías y algunos tipos de cáncer. El reto del individuo también significa que la alimentación es diferente para cada uno; los consumidores con diabetes, por ejemplo, tienen que medir su consumo de azúcar mientras que alguien sin diabetes podría ni siquiera considerarlo. Además, las dietas modernas suelen estar compuestas por comidas irregulares y desequilibradas, lo que no sólo aumenta el riesgo de ENT, sino que también puede provocar estrés y fatiga.
Aunque existen muchas soluciones diferentes para ayudar a los consumidores a llevar dietas equilibradas y reducir estos riesgos, la nutrición específica puede permitirles comprender mejor sus propias necesidades nutricionales personales y prevenir por completo las ENT y las enfermedades. En su intervención en el Foro de Innovación Alimentaria del IET, Javier Aranceta, Presidente de la Real Academia Vasca de Nutrición y del Comité de Ciencias de la Nutrición de la Comunidad, explicó que “las pautas dietéticas y las pirámides alimentarias son útiles para el 80% de la población. El resto tendrá necesidades especiales”.
Cómo podemos utilizar la tecnología para luchar contra el hambre en el mundo ensayo
Si una simulación del Centro de Análisis Navales (CNA) es correcta, la humanidad se acerca a un futuro distópico en el que la escasez de alimentos desencadenará disturbios y guerras. Tal vez sea un poco exagerado, pero la crisis de escasez de alimentos que se avecina es grave, y el CNA, un centro de investigación y desarrollo financiado por el gobierno federal, cree que la producción de alimentos será permanentemente inferior al consumo.
Dado que la ONU calcula que habrá que alimentar a 2.000 o 3.000 millones de bocas más en 2050 y que el cambio climático socava la producción de cultivos en un 2% por década, las perspectivas de evitar la crisis a tiempo parecen poco halagüeñas. Mientras tanto, con la urbanización de la vida y el aumento de los seres humanos que se trasladan a vivir a las ciudades, también habrá una escasez de mano de obra en las explotaciones agrícolas.
No es la primera vez que los humanos nos enfrentamos a la hambruna y a la escasez de alimentos. Hemos luchado contra ello durante toda nuestra historia. En épocas anteriores, inventos como los fertilizantes y la agricultura mecanizada nos ayudaron a encontrar formas de aprovechar más recursos y producir más alimentos para satisfacer nuestras necesidades.
Según los científicos, la respuesta podría encontrarse en una nueva era de tecnologías digitales que han demostrado su eficacia en diferentes campos y que tienen el potencial de transformar la agricultura y la producción de alimentos y satisfacer las necesidades de consumo de la creciente población humana antes de que nos veamos abocados a comer cucarachas… o peor aún, a comernos unos a otros.
Cómo puede la tecnología ayudar a alimentar al mundo
Cuando se trata de alimentos, la tecnología no es siempre lo primero que viene a la mente. Sin embargo, a lo largo de los años la tecnología ha cambiado la forma de producir y encontrar nuestros alimentos mediante aplicaciones, robótica, datos y técnicas de procesamiento.
Según un reciente informe de ING, la tecnología ayuda a los fabricantes de alimentos a producir de forma más eficiente para una población mundial cada vez mayor. Ahora mismo hay 7.500 millones de personas en el mundo y eso significa una mayor demanda de alimentos cada año. El uso de la tecnología para mejorar el procesamiento y el envasado puede mejorar la vida útil y la seguridad de los alimentos.
El uso de máquinas en la industria alimentaria también garantiza la calidad y la asequibilidad. El uso de máquinas reduce los costes de conservación de los alimentos y aumenta la productividad. Según el informe, “el aumento de la robótica en la industria alimentaria es un ejemplo tangible de tecnología alimentaria. El número de robots en la industria alimentaria europea supera ampliamente los 30.000, mientras que el número de robots por cada 10.000 empleados pasó de 62 en 2013 a 84 en 2017. Aunque Alemania es el mayor mercado, la densidad de robots es relativamente más alta en Suecia, Dinamarca, Países Bajos e Italia.”