Primer teléfono
¿Sabías que? Alexander Graham Bell propuso originalmente que las llamadas telefónicas se contestaran con un alegre “¡hoy!”. Sin embargo, el saludo preferido por su rival Thomas Edison, “hola”, se impuso a la larga.
El sonido y la palabra formaron parte de la vida de Bell desde una edad temprana. Tanto su padre como su abuelo eran conocidos profesores de elocución y entrenamiento del habla; su padre en Edimburgo, su abuelo en Londres.
El trabajo de su padre se centró en el desarrollo de un sistema de “habla visible”, que permitía escribir los sonidos del habla. Su objetivo era utilizar esta visualización como medio para enseñar a hablar a las personas sordas, sin que nunca hubieran oído las palabras. Animado por su padre, el joven Bell intentó hacer modelos de oído y cuerdas vocales para crear un dispositivo mecánico para el habla. Asistió a clases de anatomía y fisiología en Londres durante un par de años, lo que le permitió comprender el funcionamiento del habla y la audición.
Tras la muerte de los dos hermanos de Bell por tuberculosis, en 1870 la familia emigró a una vida más saludable en Canadá. Basándose en los trabajos anteriores de su padre sobre la voz humana, Bell empezó a dar clases a estudiantes sordos en Boston y se trasladó a Estados Unidos en 1871. Dos años más tarde, fue nombrado profesor de fisiología vocal y elocución en la Universidad de Boston.
Cómo funcionaba el primer teléfono
Es un aspecto de la vida moderna sin el que a la mayoría de nosotros nos costaría vivir. Pero hasta finales del siglo XIX, la forma más rápida de comunicarse era por carta, más rápida con la llegada del ferrocarril, pero aún lejos de ser instantánea.
En la década de 1870, el escocés Alexander Graham Bell trabajaba en el Instituto Clarke para Sordomudos de Northampton (Massachusetts). Allí conoció al presidente del instituto, un destacado abogado de patentes llamado Gardiner Greene Hubbard.
Este dispositivo fue diseñado como una mejora de la telegrafía convencional, no como un teléfono. Sin embargo, Bell comenzó a especular sobre la posibilidad de poder mantener conversaciones a larga distancia.
Primer tipo de transmisor de Bell con diafragma de membrana. Se trata de una réplica exacta del primer teléfono de Bell, fabricado en junio de 1875 por Charles Williams Jr. de Boston, cuyo nombre está estampado en el zócalo.
acerca del primer tipo de transmisor Bell con diafragma de membrana. Esta es una réplica exacta del primer teléfono de Bell fabricado en junio de 1875 y fue hecho por Charles Williams Jr. de Boston, cuyo nombre está estampado en el zócalo.
Datos telefónicos de los años 60
Alexander Graham Bell nació el 3 de marzo de 1847 en Edimburgo, Escocia. Desde el principio estuvo inmerso en el estudio del sonido. Su padre, su tío y su abuelo eran autoridades en elocución y logopedia para sordos. Se suponía que Bell seguiría los pasos de la familia al terminar la universidad. Pero después de que los otros dos hermanos de Bell murieran de tuberculosis, Bell y sus padres decidieron emigrar a Canadá en 1870.
Tras un breve periodo viviendo en Ontario, los Bell se trasladaron a Boston, donde establecieron consultas de logopedia especializadas en enseñar a hablar a niños sordos. Una de las alumnas de Alexander Graham Bell fue la joven Helen Keller, que cuando se conocieron no sólo era ciega y sorda, sino también incapaz de hablar.
Aunque el trabajo con los sordos seguiría siendo la principal fuente de ingresos de Bell, éste continuó realizando sus propios estudios sobre el sonido. La incesante curiosidad científica de Bell condujo a la invención del fotófono, a importantes mejoras comerciales en el fonógrafo de Thomas Edison y al desarrollo de su propia máquina voladora sólo seis años después de que los hermanos Wright lanzaran su avión en Kitty Hawk. Mientras el presidente James Garfield agonizaba de una bala asesina en 1881, Bell se apresuró a inventar un detector de metales en un intento infructuoso de localizar la bala mortal.
Invención del teléfono inglés
Esta historia del teléfono relata el desarrollo del teléfono eléctrico e incluye una breve reseña de sus predecesores. La primera patente de teléfono se concedió a Alexander Graham Bell en 1876.
Antes de la invención de los teléfonos electromagnéticos, existían dispositivos mecánicos acústicos para transmitir el habla y la música a una distancia mayor. Esta distancia era mayor que la del habla directa normal. Los primeros teléfonos mecánicos se basaban en la transmisión del sonido a través de tuberías u otros medios físicos[1] El teléfono acústico de lata, o “teléfono de los enamorados”, se conoce desde hace siglos[1]. Conecta dos diafragmas con una cuerda o cable tensado, que transmite el sonido por vibraciones mecánicas de uno a otro a lo largo del cable (y no por una corriente eléctrica modulada). El ejemplo clásico es el juguete para niños que se hace conectando el fondo de dos vasos de papel, latas de metal o botellas de plástico con una cuerda tensada[1][2].
Durante algunos años, a finales del siglo XIX, se comercializaron teléfonos acústicos como competidores del teléfono eléctrico. Cuando las patentes de los teléfonos Bell expiraron y muchos nuevos fabricantes de teléfonos empezaron a competir, los fabricantes de teléfonos acústicos quebraron rápidamente. Su alcance máximo era muy limitado.[2] Un ejemplo de una de estas empresas fue la Pulsion Telephone Supply Company creada por Lemuel Mellett en Massachusetts, que diseñó su versión en 1888 y la desplegó en los derechos de paso del ferrocarril.