Historia del teléfono
Durante más de 100 años, Cat ha fabricado algunas de las máquinas y motores robustos más fiables jamás vistos. El distintivo Cat simboliza una calidad extrema, un rendimiento extraordinario y, sobre todo, innovación tecnológica. A diferencia de los teléfonos tradicionales, los teléfonos Cat están diseñados para trabajar en condiciones extraordinarias, desde obras de construcción llenas de polvo y barro hasta almacenes y centros de distribución muy automatizados.
Todos y cada uno de los teléfonos Cat están completamente sellados. La carcasa está sellada con un exclusivo adhesivo sensible a la presión -mucho más resistente y duradero que los pegamentos utilizados en los teléfonos inteligentes del mercado masivo- que asegura todas las aberturas contra la entrada de líquidos o sólidos. Incluso los puertos de los altavoces y el micrófono están protegidos por una malla acústica de doble capa que impide la entrada de polvo y partículas nocivas.
Cuando el acceso a la energía es escaso o poco fiable, es importante que los clientes de los teléfonos Cat puedan confiar en una larga duración de la batería entre cargas. Todos los teléfonos Cat cuentan con una gran batería, optimizada de forma inteligente en el software y a nivel del sistema operativo, para ofrecer energía durante más tiempo.
Primer teléfono
Esta historia del teléfono relata el desarrollo del teléfono eléctrico e incluye una breve reseña de sus predecesores. La primera patente de teléfono se concedió a Alexander Graham Bell en 1876.
Antes de la invención de los teléfonos electromagnéticos, existían dispositivos mecánicos acústicos para transmitir el habla y la música a una distancia mayor. Esta distancia era mayor que la del habla directa normal. Los primeros teléfonos mecánicos se basaban en la transmisión del sonido a través de tuberías u otros medios físicos[1] El teléfono acústico de lata, o “teléfono de los enamorados”, se conoce desde hace siglos[1]. Conecta dos diafragmas con una cuerda o cable tensado, que transmite el sonido por vibraciones mecánicas de uno a otro a lo largo del cable (y no por una corriente eléctrica modulada). El ejemplo clásico es el juguete para niños que se hace conectando el fondo de dos vasos de papel, latas de metal o botellas de plástico con una cuerda tensada[1][2].
Durante algunos años, a finales del siglo XIX, se comercializaron teléfonos acústicos como competidores del teléfono eléctrico. Cuando las patentes de los teléfonos Bell expiraron y muchos nuevos fabricantes de teléfonos empezaron a competir, los fabricantes de teléfonos acústicos quebraron rápidamente. Su alcance máximo era muy limitado.[2] Un ejemplo de una de estas empresas fue la Pulsion Telephone Supply Company creada por Lemuel Mellett en Massachusetts, que diseñó su versión en 1888 y la desplegó en los derechos de paso del ferrocarril.
La invención del teléfono español
Cuando uno trabaja en el servicio de atención al cliente, sabe que responder a las llamadas telefónicas se convierte en el pan de cada día de su puesto. Un trabajador de primera línea suele ser contratado por su gran capacidad de comunicación.
Aunque pueda parecer obvio -sólo hay que coger el teléfono y decir “¿Hola?” – responder a las llamadas profesionales es muy diferente de responder a las llamadas personales. Es fácil cometer un desliz y hablar accidentalmente a tu cliente como lo harías con tu mejor amigo o tu madre.
Si tu puesto implica estar siempre disponible para las personas que llaman, debes estarlo de verdad. Eso significa mantenerse concentrado y responder a las llamadas inmediatamente. Lo último que quieres es hacer esperar a un cliente tras una cadena de timbres interminables o enviarlo al buzón de voz cuando deberías haber podido y estar preparado para responder.
Siempre que estés atento y al teléfono en todo momento -excluyendo las pausas-, esta regla debería ser bastante sencilla de seguir. Sin embargo, te recomendamos que respondas antes de que suenen tres timbres para que tengas tiempo de ponerte en situación y prepararte para la llamada. Si coges el teléfono de inmediato, puedes ponerte nervioso.
Cómo funcionaba el primer teléfono
Como muchos de ustedes ya saben, el 5G es una evolución de las tecnologías inalámbricas existentes para crear un mundo aún más inteligente y conectado. Amplía radicalmente el ancho de banda, mejora la velocidad y aumenta la capacidad de los dispositivos móviles. Además de que los consumidores tengan una conectividad (prácticamente) ilimitada con los teléfonos inteligentes, el 5G ofrece increíbles oportunidades para otras aplicaciones aparte de la Internet móvil. Por ejemplo, sectores como la educación, la sanidad, la energía, la industria tecnológica, el transporte y la logística harán uso del 5G para sus procesos empresariales. Estos procesos empresariales, a menudo de misión crítica, exigen una disponibilidad extremadamente alta de la comunicación móvil.
A lo largo de los años, hemos asistido a un aumento de los volúmenes de uso de datos móviles y está prácticamente garantizado que seguirá aumentando con las nuevas bandas de frecuencias, pero también las tecnologías de radio más eficientes garantizarán que la 5G nos permita soportar el aumento del uso de datos durante la próxima década. Nuestra misión es establecer un mercado para la electrónica de consumo ética que motive a la industria a actuar de forma más responsable, y garantizar que tengamos una tecnología actualizada es una parte importante de ello, ya que demuestra a la industria que se puede producir un smartphone sostenible, rentable y con características competitivas que pueda mantenerse en el mercado global.