¿Soy arrogante?
¿Te parece que siempre te cruzas con personas que se aferran a sí mismas, que son intolerantes con las personas diferentes a ellas, que son groseras o que son francamente arrogantes? Estas personas pueden ser una gran fuente de dolor potencial, y este artículo está aquí para ayudarte a separar a los arrogantes de los no tan arrogantes.
“Me dijeron que redujera mi arrogancia y quise aprender más sobre lo que significaba. El artículo me aclaró muchas cosas y tengo una nueva perspectiva sobre cómo tratarla (la arrogancia). Tengo miedo de perder la independencia en una relación.”…” más
“Me pareció muy informativo, preciso y útil. Me enfrento a la arrogancia todos los días. Me sentí mucho mejor después de leerlo y voy a poner en práctica algunos de los consejos. Gracias por el artículo”…” más
“Me ayudó a ver que sí tengo una veta de arrogancia en mí. Fue muy esclarecedor. También me ayudó a identificar a las personas arrogantes y a saber cómo “tratarlas” de buena manera en lugar de enfurecerme por dentro.”…” más
Arrogante frente a la confianza en sí mismo
¿Has estado alguna vez en una reunión en la que cierta persona te estaba volviendo loco porque intentaba ser la más inteligente de la sala? ¿O has estado colaborando y el compañero que hacía de abogado del diablo no paraba de ralentizar al grupo? Todos hemos pasado por ello y, en el entorno competitivo actual, hay muchas personas que intentan probarse a sí mismas, demostrar sus capacidades y causar impacto.
Pero, con suerte, también has tenido la experiencia contraria -trabajar con la persona que añade un gran valor y es liberal en su apreciación de los demás- o completar el proyecto con el compañero de equipo que desafió positivamente al grupo y contribuyó a una mejor solución.
La diferencia en estas experiencias se basa seguramente en muchos factores, pero el ego puede ser uno de ellos. Un nuevo estudio de la Universidad de Missouri descubrió que, si bien la arrogancia es algo que todos tendemos a poseer en pequeños aspectos, los tipos de arrogancia verdaderamente molestos existen en un espectro que va desde la arrogancia individual (sentido inflado del valor personal), la arrogancia comparativa (sentido inflado del valor en comparación con otros) y la arrogancia antagónica (sentido de superioridad que devalúa a los demás). Sea cual sea su forma, la arrogancia es algo que hay que evitar.
Cómo ser menos arrogante
Teniendo en cuenta la cantidad de tiempo que muchas personas pasan al volante, cabría esperar que la mayoría de los conductores fueran al menos conscientes de sus propias capacidades. Sin embargo, Reason descubrió que esto no podía estar más lejos de la realidad. De los 520 conductores, sólo cinco consideraban que eran peores que la media, menos del 1%. El resto -incluso los conductores realmente pésimos que cometían errores constantemente- se consideraban al menos tan buenos como el siguiente, y muchos pensaban que eran mucho mejores. Era, esencialmente, una ilusión masiva que les hacía completamente ciegos a sus propios fallos.
No es de extrañar, pues, que el exceso de confianza se conozca como la “madre de todos los prejuicios”; el científico Daniel Kahneman, ganador del Premio Nobel, dijo que si tuviera una varita mágica que pudiera cambiar una cosa de la psicología humana, eliminaría nuestro complejo de superioridad.
Ahora, una nueva y fascinante investigación de Joey Cheng, profesor adjunto de psicología de la Universidad de York, demuestra que el exceso de confianza puede ser contagioso. “Si has estado expuesto a una persona con exceso de confianza, te vuelves más propenso a sobrestimar tu propia posición relativa”, afirma. Se trata de una tendencia que puede hacer que el pensamiento engañoso se extienda por todo el equipo.Si has estado expuesto a una persona con exceso de confianza, es más probable que sobrestimes tu propia posición relativa – Joey ChengCascadas de confianza
Insulto para alguien arrogante
Recientemente presenté una conferencia magistral titulada “Los 8 atributos del carácter definidos en los grandes líderes”. La charla no pretendía identificar a los Grandes Líderes del pasado y del presente, aunque hay muchos, sino que estaba diseñada para proporcionar información para que las personas pudieran evaluar su carácter actual y considerar los ajustes necesarios para alcanzar el carácter necesario para convertirse en un Gran Líder.
En la charla, identifiqué la “Humildad” como uno de los atributos que se encuentran en los Grandes Líderes. Los líderes son típicamente aquellos que tienen ambición, son talentosos y confiados al tomar decisiones e interactuar con la gente. Pero apuesto a que cuando la mayoría de nosotros piensa en los líderes, no los describimos típicamente con la palabra “humildad” o utilizamos el término, “humilde”. Si lo hicieran, tal vez no lo verían como un cumplido.
Una de las cosas más duras de enseñar y hablar sobre temas de liderazgo es la culpa de conciencia que te persigue cuando no sigues tus propias palabras, principios y prácticas que enseñas o hablas. Esto es algo que realmente aprecio. Porque me impulsa a buscar siempre formas de aumentar mi influencia y convertirme en un mejor líder.