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Las empresas privadas son las principales responsables del desarrollo y la adopción de la tecnología en este país, pero los gobiernos federales y estatales desempeñan un importante papel en la mejora del desarrollo y la adopción de la tecnología civil a través de sus políticas económicas, reglamentarias y comerciales, su apoyo a la investigación y el desarrollo, y su propia adquisición de tecnología.
A medida que el siglo XX llega a su fin, el panorama tecnológico está cambiando. Estados Unidos es ahora sólo una de varias naciones tecnológicamente poderosas. El final de la Guerra Fría ha aumentado la importancia de las tecnologías comerciales para mantener la seguridad económica y militar. Las nuevas tecnologías dependen cada vez más de los conocimientos científicos y de ingeniería; esta interdependencia refuerza los vínculos recíprocos entre comprensión y capacidad.
En Estados Unidos, el desarrollo y la adopción de la tecnología se producen a través de un complejo sistema que engloba a muchas personas y organizaciones. Los investigadores de los laboratorios académicos, gubernamentales e industriales crean nuevos conocimientos en los que se basan muchas tecnologías avanzadas. Los colegios y universidades forman a las nuevas generaciones de científicos e ingenieros que pondrán en práctica esos conocimientos. Las empresas privadas invierten recursos financieros y humanos en el desarrollo de nuevas tecnologías y en la adaptación de las existentes para satisfacer las necesidades percibidas.
Influencia de la tecnología del siglo XXI en la arquitectura
El mundo ha cambiado en muchos aspectos desde el comienzo del siglo XXI, y si hay una palabra que resume la esencia del nuevo siglo, es “crecimiento”. Cada día nacen más personas, se producen más avances en tecnología y digitalización y, al mismo tiempo, surgen más necesidades y retos al continuar con ese crecimiento explosivo y exponencial.
Estamos muy cerca de alcanzar la marca de los 8.000 millones de habitantes, y el crecimiento de la población mundial sigue aumentando exponencialmente día a día. Este rápido y creciente aumento de la población significa dos cosas: Más gente significa más potencial de innovación, y tendremos que asegurarnos de que podemos proporcionar los recursos necesarios para alimentar al mundo en un futuro próximo.
Según las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la producción mundial de alimentos tendrá que aumentar un 70% para acomodar el crecimiento de la población, sobre todo si ésta supera los 9.100 millones en 2050. Este aumento de la producción será especialmente importante en las regiones del mundo en desarrollo, donde el crecimiento de la población se produce a un ritmo aún más rápido.
Ventajas y desventajas de la tecnología del siglo XXI
Aquí vamos a hablar de la tecnología y del papel que desempeña en la educación del siglo XXI. La tecnología es, con diferencia, el tema más popular relacionado con el aprendizaje y la educación del siglo XXI y muchos de los vídeos de Youtube tratan precisamente de eso. Aunque algunos de estos vídeos cubren otras ideas, la tecnología sigue siendo el foco central. Así que el propósito de este artículo es doble: Uno es abordar algunas de las ideas erróneas que hay sobre la tecnología y también es sobre cómo implementar la tecnología de manera efectiva y utilizarla de manera práctica y pragmática.
Así que primero vamos a quitar los aspectos negativos. En primer lugar, me gustaría dejar muy claro que la tecnología no es la solución a la educación del siglo XXI, la tecnología es simplemente una herramienta para ayudar a la educación y el aprendizaje, también la tecnología no debe ser contada como una materia escolar separada, sino como una herramienta, la tecnología debe ser utilizada en todas las aulas. El lugar de la tecnología en la pedagogía se basa en varios factores y cuestiones de eficacia, ahorro de tiempo, aumento de los resultados, etc.
Tecnología del siglo xxi nigeria
En abril de 2000, Bill Joy (cofundador de Sun Microsystems) publicó un artículo en la revista Wired titulado “Por qué el futuro no nos necesita”. En él, sostiene que “nuestras tecnologías más potentes del siglo XXI -la robótica, la ingeniería genética y la nanotecnología- amenazan con convertir a los humanos en una especie en peligro de extinción”. En su momento, su tesis y el pronóstico que la acompañaba fueron alarmantes, al provenir de una fuente tan creíble.
El mensaje subyacente en su artículo era claro: el ritmo y la dirección de la innovación tecnológica a lo largo del tiempo llevarán a un mundo en el que los humanos serán innecesarios y las máquinas podrán prescindir de nosotros. En lugar de interactuar con ellas de la forma en que lo hemos hecho históricamente -programándolas para que ejecuten las tareas que les ordenamos-, cruzaremos un umbral en el que, sin darnos cuenta, renunciaremos a la responsabilidad de tomar las decisiones importantes que necesitamos como sociedad. Ellos pensarán por nosotros.
Han pasado veinte años desde la publicación de su artículo y, efectivamente, hemos experimentado un enorme avance tecnológico. Es merecido que nos maravillemos, celebremos y apreciemos cómo estos avances añaden o contribuyen a nuestra experiencia de vida como seres humanos. Sin embargo, con la inteligencia artificial y el aprendizaje automático en particular, se podría argumentar que es vital que nos tomemos un momento para detenernos y mirar lo que está sucediendo a través de las lentes del artículo de Joy.