Beneficios de la tecnología en la educación
La semana pasada, el director Leach publicó en su blog un artículo sobre las ventajas del uso de la tecnología en las aulas modernas. Consideró el modo en que permite a los alumnos relacionarse directamente con el arte y la música de otra época, la facilidad de comunicación que fomenta entre alumnos, padres y profesores, y la amplia gama de investigaciones que pone a disposición con sólo un clic del ratón. En el artículo de hoy, analiza los inconvenientes que se derivan de una fuerte dependencia de la tecnología en la educación.
Cualquiera que tenga un teléfono inteligente probablemente admitirá que el mero hecho de tener el dispositivo distrae. Según un estudio de 2015, “en promedio, las personas en Estados Unidos de todos los grupos de edad revisan sus teléfonos 46 veces al día.” Tener estos dispositivos en el aula crea una tentación casi irresistible.
Con las tabletas o los ordenadores portátiles, la tentación de hacer clic a través de algo no relacionado con el aula es real. Incluso con filtros de contenido, el profesor tendrá que luchar para mantener la atención del alumno cuando los dispositivos son omnipresentes en el aula.
Desventajas de los medios digitales en la educación
Aunque generalmente vemos el progreso como algo bueno, hay desventajas definitivas de la tecnología en el aula. Desde la distracción hasta la reducción del tiempo presencial, la tecnología educativa no es una solución mágica para todas las situaciones. Sin embargo, con un poco de conciencia, la mayoría de las desventajas pueden superarse, como algunas de las sorprendentes ideas de la vieja escuela que ayudan a la disparidad tecnológica.
Desde las aplicaciones y los libros de texto electrónicos hasta las plataformas de organización y la “gamificación”, no hay escasez de tecnología en el aula. Pero, si bien las herramientas EdTech pueden hacer que las lecciones sean más atractivas y útiles para los estudiantes criados en la tecnología, pueden igualmente desafiar a los profesores y conducir a resultados subóptimos para los estudiantes. ¿Cómo pueden los profesores sacar el máximo provecho de la tecnología sin sacrificar la eficiencia o el compromiso?
Los teléfonos inteligentes tienen una mala reputación en las aulas y se han dado casos de peso para prohibirlos en las escuelas. Las investigaciones sugieren que, durante las horas de clase, el 42% del tiempo que los alumnos pasan con sus teléfonos inteligentes en el aula es para enviar mensajes de texto, tuitear o participar en las redes sociales en lugar de en la clase.
El uso de dispositivos electrónicos en las clases de la universidad es beneficioso tanto para los alumnos como para los profesores
Una buena experiencia de aprendizaje nunca se consiguió dibujando en pizarras. Por mucho que lo intentes, no podrás mostrar a toda la clase cuánto más pequeño es nuestro planeta que el sol u otros planetas. Necesitarás muy buenas habilidades de dibujo y mucho tiempo. Por eso la tecnología en la educación nos ha facilitado muchas cosas. Ahorra mucho tiempo y aclara el concepto de una sola vez.
La tecnología en la educación permitió a los profesores acceder a los gráficos de comportamiento de sus alumnos. Gracias a las calificaciones periódicas de los exámenes y la asistencia, se hizo relativamente más fácil evaluar los aspectos débiles del aprendizaje de los alumnos. De este modo, el profesor puede prestar más atención para convertir sus puntos débiles en un intelecto más fuerte.
La tecnología en la educación ha hecho bien a los estudiantes que viven lejos. No sólo las clases que necesitamos para obtener un título, sino también todos los cursos extra circulares o de enseñanza de habilidades están disponibles en línea. Puedes adquirirlos fácilmente. Gracias a la tecnología, no es necesario recorrer kilómetros para aprender. La A es de Apple y la B es de Bola.
Desventajas de la tecnología en la educación ensayo
Recientes encuestas entre los estudiantes muestran que anhelan volver a clase, encontrarse con sus compañeros y mantener conversaciones cara a cara en lugar de mirar fijamente a una pantalla. Los profesores han compartido que están experimentando algo llamado “fatiga tecnológica”, y en lugar de abrazar una posible solución positiva, tienen un profundo deseo de volver a clase también.
No pretendemos que la enseñanza en línea sea mejor que la presencial, pero todos sabemos que, con el uso de la tecnología adecuada para el propósito correcto, se hacen posibles los entornos de aprendizaje disruptivos. Entonces, ¿qué estamos haciendo mal? ¿Cómo es que hemos llegado a esta fatiga de la enseñanza en línea alimentada por la tecnología? Profundicemos en algunos pros y contras “situacionales” de la tecnología en el aula.
Los vídeos son atractivos, limitan la cantidad de material de lectura y aceleran la entrega de contenidos. Si están bien hechos, también ayudan a comprender asuntos complejos y pueden aportar experiencias de aprendizaje divertidas y más interesantes. El uso de contenidos didácticos en vídeo en clase o como herramienta asíncrona, requiere una producción, un contenido y una llamada a la acción diferentes.