Cómo serían las infraestructuras y los flujos de trabajo de los hospitales en el futuro
Con 7.000 medicamentos y vacunas en preparación en todo el mundo, el futuro de la salud se presenta apasionante. La industria farmacéutica es pionera en nuevos tratamientos y nuevas tecnologías que cambiarán la cara de la medicina moderna.
El ritmo de los cambios científicos es increíble en estos momentos y cuanto más se desarrolle la ciencia, más entenderemos la enfermedad y más precisos serán los conocimientos de las empresas farmacéuticas sobre el funcionamiento de las enfermedades, lo que les permitirá ser muy precisos en el diseño de los medicamentos y en la orientación de los mismos en el futuro.
Estos tipos de tratamiento radicalmente nuevos pueden ser difíciles de introducir en el Servicio Nacional de Salud y por eso es muy importante que la industria trabaje cada vez más estrechamente con el Servicio Nacional de Salud y los médicos para planificar el futuro, y asegurarse de que los pacientes tengan acceso a ellos lo antes posible.
Los medicamentos y las vacunas han contribuido a mejorar increíblemente la salud de los pacientes, desde la duplicación de la supervivencia al cáncer en los últimos 40 años hasta la reducción de las muertes por enfermedades cardíacas en un 75% desde la década de 1960, pasando por la transformación del VIH/SIDA en una enfermedad crónica controlable.
El progreso médico en el futuro
La tecnología desempeñará sin duda un papel fundamental en el futuro de la sanidad, pero ¿cómo? El director de seguridad de la información de Greenway afirma que la tecnología facilitará la transición de la asistencia sanitaria desde el modelo de punto de atención a un enfoque más eficiente y eficaz de la atención al paciente en su conjunto.
“El modelo de punto de atención no funciona porque se centra en un único problema actual y a menudo pasa por alto los síntomas crónicos que pueden estar causando parcialmente el problema”, dijo el CISO. “La economía del modelo tampoco funciona porque obliga a los proveedores a centrarse en el volumen de visitas, en lugar de concentrarse únicamente en lo que repercute positivamente en los resultados reales de salud de los pacientes.”
El futuro de la sanidad incluye una tecnología que combina a la perfección datos sobre el historial médico del paciente, su salud en tiempo real, la cobertura del seguro y la información financiera, todo ello para apoyar la toma de decisiones del proveedor, mejorar la salud del paciente y reducir los costes.
“Una evolución tecnológica que ya está ayudando es el rápido intercambio de datos de los pacientes, que permite a los médicos comprender mejor el contexto de la salud general de un paciente”, dijo el CISO. “Los proveedores deben seguir abandonando el intercambio manual de datos, como el envío de historiales por fax, y avanzar hacia la automatización. Mejorar la integración de los datos de la historia clínica electrónica (HCE) significa que los laboratorios, los planes de atención y los historiales médicos de diversas fuentes están disponibles en minutos o segundos -no en días o semanas-, de modo que el proveedor puede hacer un diagnóstico claro y desarrollar el plan de atención más eficaz en menos tiempo.”
Avances médicos
Uno de los mayores retos es cómo implementar la IA o la toma de decisiones asistida por el aprendizaje automático en medicina, pero sin que el clínico siga sintiendo el control, dice la profesora Louisa Jorm. Foto: Shutterstock
¿Qué importancia tendrán los avances tecnológicos, especialmente la inteligencia artificial (IA) y la robótica, en la medicina del futuro? ¿Qué aspecto tiene, por ejemplo, en una unidad de cuidados intensivos? ¿Puede tener diversos especialistas en un solo lugar agilizar la atención a los pacientes? ¿Y estas futuras innovaciones médicas van a ampliar aún más la brecha entre los que pueden acceder a ellas y los que no?
Los entornos sanitarios están repletos de datos. ¿Cómo se pueden filtrar los datos, proteger a los pacientes y formar a las personas del sistema para que aprovechen al máximo el poder de la IA cuando toda esta tecnología se desarrolla tan rápidamente?
“Los cuidados intensivos son uno de los mayores productores de datos dentro de un hospital, y la tecnología actual produce flujos continuos de datos sobre parámetros fisiológicos como la frecuencia cardíaca, la velocidad de la respiración, la presión arterial y la glucosa en sangre. Esto se ha utilizado principalmente de forma puntual para controlar a un paciente individual. Lo que podemos hacer ahora es reunir los datos que se generan en las UCI de múltiples pacientes -potencialmente miles de ellos- y luego aplicar estas técnicas de IA o aprendizaje automático para producir enfoques más personalizados de los cuidados intensivos.”
La sanidad del futuro
En el futuro, nos enfrentaremos cada vez más a epidemias. Y, sin embargo, la gente vivirá más tiempo que hoy. ¿Cómo será la medicina del futuro? ¿En qué debe centrarse la asistencia sanitaria?
En el mundo de mañana y más allá, las personas vivirán más cerca unas de otras. Según las previsiones de la ONU, en 2050 habrá nueve mil millones de personas en el planeta. Más de dos tercios de la población mundial vivirán muy cerca, en pueblos y ciudades. Como la movilidad de las personas también aumentará, la amenaza que suponen las epidemias es un tema importante para la medicina del futuro.
Incluso hoy en día, cada vez hay más bacterias resistentes a uno o varios antibióticos. Y lo que es más preocupante, bacterias como los estreptococos son capaces de aprender. Una vez desarrollada la resistencia, no se puede volver a perder. Los científicos temen que los gérmenes comunes de hoy se conviertan en peligrosos riesgos para la salud en el futuro.
La salud de las personas también está amenazada por el calentamiento global. No es sólo el impacto de las olas de calor y las catástrofes naturales lo que nos pone a prueba. Los expertos creen que la calidad del agua potable disminuirá. Como consecuencia de las altas temperaturas y las fuertes lluvias, el suelo se seca y se agrieta y pierde su capacidad de actuar como filtro. El resultado es que más gérmenes pueden llegar al agua potable y desencadenar epidemias como el cólera. En las zonas templadas, los inviernos suaves también aumentan las posibilidades de supervivencia de roedores e insectos, que pueden transmitir enfermedades peligrosas.