Innovar sinónimo
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Sinónimo de inquietud
Los titulares estaban llenos de “perturbación” la semana pasada, cuando la supertormenta Sandy asoló la Costa Este. “El huracán Sandy perturba la vida de millones de personas”, rezaba el titular de una presentación del New York Times. Sandy “sigue perturbando la industria del entretenimiento en Nueva York”, advertía CBS News un día después del paso de la tormenta. Los viajes en metro, tren y avión se vieron interrumpidos, al igual que el servicio telefónico y de cable, e incluso se temía que los cortes de electricidad perturbaran la votación en las elecciones de hoy.
Seguí la tormenta desde la costa opuesta, no muy lejos de Silicon Valley, y mientras leía los titulares y miraba atónito las fotos, pensé de repente en el significado tan diferente que tiene “disrupción” en el mundo de los negocios y la tecnología. Es un significado relativamente nuevo pero muy influyente y -a diferencia de las disrupciones causadas por Sandy- casi siempre positivo.
¿Cómo se ha convertido la “disrupción” en algo bueno? No empezó así. Históricamente, “disrupción” ha sido un término peyorativo: un alumno disruptivo era enviado a la oficina del director; las disrupciones bursátiles podían causar pánico generalizado. La palabra, que viene del latín disrumpere, significa literalmente “romper”; los sinónimos del diccionario incluyen “desorden”, “confusión” y “tumulto”.
Sinónimo de división
El papel de las variantes sinónimas de un solo nucleótido en la salud y la enfermedad humanas es poco conocido, aunque las pruebas sugieren que esta clase de variación genética “silenciosa” desempeña múltiples funciones reguladoras tanto en la transcripción como en la traducción. Uno de los mecanismos por los que los codones sinónimos dirigen y modulan el proceso de traducción es a través de la alteración de la elaborada estructura que forman las moléculas de ARNm monocatenario. Mientras que abundan las herramientas para predecir computacionalmente el efecto de las variantes no sinónimas en la estructura de las proteínas, faltan herramientas análogas para evaluar sistemáticamente cómo las variantes sinónimas pueden alterar la estructura del ARNm.
Hemos desarrollado un nuevo software que utiliza un marco de procesamiento paralelo para la generación a gran escala de estructuras secundarias de ARN y estadísticas de plegado para el transcriptoma de cualquier especie. Centrando nuestro análisis en el transcriptoma humano, calculamos 5.000 millones de estadísticas de plegado de ARN para 469 millones de variantes de un solo nucleótido en 45.800 transcritos. Al considerar el impacto de todas las posibles variantes sinónimas a nivel global, descubrimos que las variantes sinónimas que se prevé que alteren la estructura del ARNm tienen tasas de incidencia significativamente menores en la población humana.
Sinónimo de interrupción
Durante los últimos 20 años, la teoría de la innovación disruptiva ha tenido una enorme influencia en los círculos empresariales y ha sido una poderosa herramienta para predecir qué empresas del sector tendrán éxito. Desgraciadamente, la teoría también se ha malinterpretado en gran medida, y la etiqueta “disruptiva” se ha aplicado con demasiada despreocupación cada vez que un recién llegado al mercado sacude a los titulares bien establecidos.
En este artículo, el arquitecto de la teoría de la disrupción, Clayton M. Christensen, y sus coautores corrigen parte de la información errónea, describen cómo ha evolucionado el pensamiento sobre el tema y discuten la utilidad de la teoría.
Comienzan aclarando lo que supone la disrupción clásica: una pequeña empresa que se dirige a clientes ignorados con una oferta novedosa pero modesta y que gradualmente asciende en el mercado para desafiar a los líderes del sector. Señalan que Uber, comúnmente aclamado como un disruptor, en realidad no encaja en el molde, y explican que si los gerentes no entienden los matices de la teoría de la disrupción o aplican sus principios correctamente, pueden no tomar las decisiones estratégicas correctas. Los errores más comunes, dicen los autores, son no ver la disrupción como un proceso gradual (lo que puede llevar a los titulares a ignorar las amenazas importantes) y aceptar ciegamente el mantra “Disrupt or be disrupted” (lo que puede llevar a los titulares a poner en peligro su negocio principal al tratar de defenderse de los competidores disruptivos).