Ejemplos de inteligencia artificial
La inteligencia artificial o IA es una palabra de moda que probablemente haya escuchado o leído. Los artículos sobre robots, tecnología y la era digital pueden llenar su cabeza cuando piensa en el término IA. Pero, ¿qué es realmente y cómo se utiliza?
La inteligencia artificial es un avance tecnológico que consiste en programar la tecnología para resolver problemas. A menudo se habla de la inteligencia artificial junto con el aprendizaje automático o el aprendizaje profundo y el big data. Esta guía profundizará en qué es la inteligencia artificial, cómo se utiliza y qué podemos esperar de ella en el futuro.
La definición de inteligencia artificial es la teoría y el desarrollo de programas informáticos que son capaces de realizar tareas y resolver problemas que normalmente requieren inteligencia humana. Cosas como la percepción visual, el reconocimiento del habla, la toma de decisiones y la traducción de palabras son cosas que normalmente necesitarían de la inteligencia humana, pero ahora los programas informáticos son capaces de utilizar su inteligencia y capacidad para resolver estas tareas.
Inteligencia artificial Inglés
La inteligencia artificial (IA) se refiere a la simulación de la inteligencia humana en máquinas que están programadas para pensar como los humanos e imitar sus acciones. El término también puede aplicarse a cualquier máquina que presente rasgos asociados a una mente humana, como el aprendizaje y la resolución de problemas.
La característica ideal de la inteligencia artificial es su capacidad para racionalizar y emprender acciones que tengan la mejor oportunidad de lograr un objetivo específico. Un subconjunto de la inteligencia artificial es el aprendizaje automático (ML), que se refiere al concepto de que los programas informáticos pueden aprender automáticamente de los nuevos datos y adaptarse a ellos sin la ayuda de los humanos. Las técnicas de aprendizaje profundo permiten este aprendizaje automático a través de la absorción de enormes cantidades de datos no estructurados, como texto, imágenes o vídeo.
Cuando la mayoría de la gente oye el término inteligencia artificial, lo primero que suele pensar es en robots. Esto se debe a que las películas y novelas de gran presupuesto tejen historias sobre máquinas con apariencia humana que causan estragos en la Tierra. Pero nada más lejos de la realidad.
¿Qué es la inteligencia artificial?
En términos sencillos, la IA, que significa inteligencia artificial, se refiere a los sistemas o máquinas que imitan la inteligencia humana para realizar tareas y pueden mejorar de forma iterativa en función de la información que recogen. La IA se manifiesta de diversas formas. Algunos ejemplos son:
La IA tiene que ver mucho más con el proceso y la capacidad de pensamiento y análisis de datos superpotentes que con un formato o función concretos. Aunque la IA hace surgir imágenes de robots de alto rendimiento, similares a los humanos, que se apoderan del mundo, la IA no pretende sustituir a los humanos. Su objetivo es mejorar significativamente las capacidades y contribuciones humanas. Eso la convierte en un activo empresarial muy valioso.
La IA se ha convertido en un término global para las aplicaciones que realizan tareas complejas que antes requerían la intervención humana, como la comunicación con los clientes en línea o el juego de ajedrez. El término se utiliza a menudo indistintamente con sus subcampos, que incluyen el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo. Sin embargo, hay diferencias. Por ejemplo, el aprendizaje automático se centra en la construcción de sistemas que aprenden o mejoran su rendimiento en función de los datos que consumen. Es importante señalar que, aunque todo el aprendizaje automático es IA, no toda la IA es aprendizaje automático.
Pros y contras de la inteligencia artificial
En su forma más sencilla, la inteligencia artificial es un campo que combina la informática y conjuntos de datos sólidos para permitir la resolución de problemas. Los sistemas expertos, una de las primeras aplicaciones exitosas de la IA, pretendían copiar el proceso de toma de decisiones de un ser humano. En los primeros tiempos, extraer y codificar los conocimientos del ser humano requería mucho tiempo.
En la actualidad, la IA incluye los subcampos del aprendizaje automático y el aprendizaje profundo, que se mencionan con frecuencia junto con la inteligencia artificial. Estas disciplinas se componen de algoritmos de IA que suelen hacer predicciones o clasificaciones basadas en datos de entrada. El aprendizaje automático ha mejorado la calidad de algunos sistemas expertos y ha facilitado su creación.
La IA fuerte está formada por la Inteligencia General Artificial (AGI) y la Superinteligencia Artificial (ASI). La Inteligencia General Artificial (AGI), o IA general, es una forma teórica de IA en la que una máquina tendría una inteligencia igual a la de los humanos; tendría una conciencia autoconsciente que tiene la capacidad de resolver problemas, aprender y planificar el futuro. La Superinteligencia Artificial (ASI) -también conocida como superinteligencia- superaría la inteligencia y la capacidad del cerebro humano. Aunque la IA fuerte es todavía totalmente teórica y no hay ejemplos prácticos en uso hoy en día, los investigadores de IA están explorando su desarrollo. Mientras tanto, los mejores ejemplos de ASI podrían provenir de la ciencia ficción, como HAL, el asistente informático rebelde de 2001: Una odisea del espacio.