Racionalidad de la monitorización de los signos vitales
Una de las herramientas esenciales en el botiquín de un profesional médico es un monitor de signos vitales. En efecto, cuando se atiende a un paciente, es necesario disponer de la mejor información posible y a tiempo. Sin embargo, si usted es responsable de las compras en un hospital u otro centro médico, sabe de primera mano lo confuso que es el mercado de los monitores de constantes vitales. Hay docenas de características y opciones diseñadas para una gran variedad de escenarios. En este artículo, vamos a desglosar con precisión lo que es un monitor de signos vitales, así como lo que debe buscar al comprar uno.
En pocas palabras, un monitor de constantes vitales es un dispositivo que controla las constantes vitales específicas de un paciente. Sin embargo, no todos los monitores de constantes vitales son iguales. Los distintos monitores de constantes vitales están diseñados para medir determinadas constantes vitales. Dependiendo de las necesidades del hospital, de la consulta del médico o de otro centro médico, eso determina el monitor de constantes vitales que se necesita. Algunos de los signos vitales más comunes que se miden son el pulso, la presión arterial, la respiración y la temperatura.
Pulso – deutsch
Las constantes vitales (también conocidas como signos vitales) son un grupo de los cuatro a seis signos médicos más cruciales que indican el estado de las funciones vitales (de mantenimiento de la vida) del cuerpo. Estas mediciones se realizan para ayudar a evaluar la salud física general de una persona, dar pistas sobre posibles enfermedades y mostrar el progreso hacia la recuperación[1][2] Los rangos normales de los signos vitales de una persona varían según la edad, el peso, el sexo y la salud general[3].
Existen cuatro signos vitales principales: la temperatura corporal, la presión arterial, el pulso (frecuencia cardíaca) y la frecuencia respiratoria, a menudo anotados como BT, BP, HR y RR. Sin embargo, dependiendo del entorno clínico, los signos vitales pueden incluir otras mediciones denominadas “quinto signo vital” o “sexto signo vital”. Los signos vitales se registran utilizando el sistema de codificación estándar aceptado internacionalmente LOINC[4][5].
Se han propuesto puntuaciones de alerta temprana que combinan los valores individuales de los signos vitales en una única puntuación. Esto se hizo en reconocimiento de que el deterioro de las constantes vitales suele preceder a la parada cardíaca y/o al ingreso en la unidad de cuidados intensivos. Si se utiliza adecuadamente, un equipo de respuesta rápida puede evaluar y tratar a un paciente que se deteriora y prevenir resultados adversos[6][7][8].
Signos vitales – deutsch
Al caminar por los pasillos de un centro médico, es habitual encontrar a enfermeras y médicos haciendo rondas, controlando regularmente a sus pacientes. El control de las constantes vitales de los pacientes es una práctica habitual entre los profesionales de la medicina, y desempeña un papel fundamental en la salud de los pacientes y en los resultados clínicos. La vigilancia regular permite a los profesionales de la salud seguir los cambios en las condiciones del paciente, reconocer el deterioro temprano del mismo y prevenir los daños o errores que puedan producirse. La detección rápida de cambios sutiles en las constantes vitales es crucial, ya que los retrasos en el inicio del tratamiento adecuado pueden afectar negativamente al resultado del paciente y a su seguridad.
Aunque todas las constantes vitales mencionadas son indicadores importantes del estado del paciente, la combinación de cambios en la frecuencia respiratoria y la frecuencia cardíaca se han considerado los predictores más cruciales, según The American Journal of Critical Care. Al centrar los esfuerzos de monitorización continua en estas constantes vitales combinadas, los equipos sanitarios pueden descubrir cambios sutiles e irregularidades que pueden pasarse por alto durante las rondas regulares de enfermería. Y lo que es más importante, la monitorización continua de la frecuencia cardíaca y respiratoria puede ayudar a los equipos sanitarios a predecir y reducir la aparición de eventos potencialmente adversos, como la parada cardíaca y la insuficiencia respiratoria, incluso hasta 6 u 8 horas antes del evento.
Presión arterial normal
Los monitores de constantes vitales permiten a los médicos evaluar a sus pacientes dentro o fuera de un hospital de forma rápida y eficaz. Seymour B. London, un médico estadounidense, diseñó el primer tensiómetro automático, y su dispositivo contribuyó a la aparición del moderno monitor de constantes vitales.
En la actualidad, los monitores de constantes vitales son dispositivos portátiles con capacidad inalámbrica. Recogen los datos del paciente en tiempo real, ayudan a los profesionales sanitarios a identificar los signos de deterioro del paciente y reducen los errores manuales al enviar automáticamente los datos a la historia clínica electrónica. Los monitores de constantes vitales se utilizan en gran medida para realizar controles rutinarios puntuales y, en algunos casos, se utilizan para la monitorización básica continua junto a la cama del paciente.
Los sensores del dispositivo pueden engancharse a los dedos del paciente o adherirse a la piel. Los sensores envían información al dispositivo de monitorización cuando se conectan al paciente. Un monitor de constantes vitales que funciona en modo continuo ofrece a los médicos una imagen completa del estado de salud de su paciente desde el momento en que se coloca en el monitor hasta que se retira de él. El monitor enviará una señal -un pitido o luces intermitentes- si las constantes vitales de un paciente se salen de los niveles saludables, lo que indica que el paciente puede necesitar atención médica. Sin embargo, a veces la señal de aviso también puede significar que el sensor no está recibiendo ninguna información. Por ejemplo, el sensor se ha desprendido del paciente.