Inteligencia artificial roger ebert
En cuanto a clon o proyección… Creo que clon es lo que significa… una proyección sería una simulación completa que podría persistir todo el tiempo que se quiera. Sin embargo, una criatura biológica, eso es más frágil de construir, sobre todo para seres que por muy avanzados que sean, no están familiarizados con la biología, al ser ellos mismos máquinas (basadas en el carbono frente a las basadas en el silicio, como dice Spielberg). Y además, me da la impresión de que no sólo querían hacer una réplica exacta de su cuerpo, sino traer de alguna manera su alma, que sería la fuente principal de esa limitación de un día, ya que esa energía que comprende su alma ya se ha convertido en otra cosa, 2k años en el futuro, y sólo puede ser prestada.
Crítica de la película Inteligencia artificial
Inteligencia Artificial, también conocida como A.I., es una película estadounidense de ciencia ficción de 2001 dirigida por Steven Spielberg. El guión de Spielberg se basó en un relato de Ian Watson y en el cuento de 1969 “Los superjuguetes duran todo el verano” de Brian Aldiss. La película fue producida por Kathleen Kennedy, Spielberg y Bonnie Curtis. Está protagonizada por Haley Joel Osment, Jude Law, Frances O’Connor, Brendan Gleeson y William Hurt. Ambientada en una sociedad futurista posterior al cambio climático, A.I. cuenta la historia de David (Osment), un androide infantil programado de forma única con la capacidad de amar.
El desarrollo de A.I. comenzó originalmente con el productor y director Stanley Kubrick, después de que éste adquiriera los derechos de la historia de Aldiss a principios de la década de 1970. Kubrick contrató a una serie de guionistas hasta mediados de los 90, entre los que se encontraban Brian Aldiss, Bob Shaw, Ian Watson y Sara Maitland. La película languideció en su desarrollo durante años, en parte porque Kubrick consideraba que las imágenes generadas por ordenador no estaban lo suficientemente avanzadas para crear el personaje de David, al que creía que ningún actor infantil podría representar de forma convincente. En 1995, Kubrick entregó A.I. a Spielberg, pero la película no cobró impulso hasta la muerte de Kubrick en 1999. Spielberg se mantuvo cerca del tratamiento cinematográfico de Watson para el guión.
Comentarios
Stanley Kubrick siempre se refirió a la historia como “Pinocho”. Reflejaba la historia de una marioneta que sueña con convertirse en un niño de verdad. ¿Y qué es, después de todo, un androide sino una marioneta con un programa informático que mueve sus hilos? El proyecto que acabó convirtiéndose en “A. I. Artificial Intelligence” (2001) de Steven Spielberg fue abandonado por Kubrick porque no estaba satisfecho con sus planteamientos sobre su personaje central, David, un androide que parece ser un niño de verdad. Creyendo que los efectos especiales no serían adecuados y que un actor humano parecería demasiado humano, entregó el proyecto a su amigo Spielberg. La leyenda dice que tomó esa decisión tras quedar impresionado por los efectos especiales de Spielberg en “Parque Jurásico”, pero quizás “E. T.” también fue una influencia: Si Spielberg pudo crear un alienígena que evocaba emociones humanas, ¿podría hacer lo mismo con un androide?
Por supuesto, debemos preguntarnos en qué sentido está realmente Mónica. El cineasta Jamie Stuart me informa de que ella no está en absoluto; que simplemente se ha implantado una ilusión en la mente de David, y que las escenas finales tienen lugar enteramente dentro del punto de vista de David. Tras descargar todos los recuerdos y conocimientos de David, los nuevos mechas ya no le sirven, pero le proporcionan un último día de satisfacción antes de acabar con él. Al final, cuando se nos dice que está soñando, es sólo la impresión de David. ¿Por qué iba a importarle a un mecha que otro obtuviera una satisfacción? ¿Qué sentido tiene dar a David 24 horas de felicidad? Si las máquinas no pueden sentir, ¿qué significa realmente la secuencia final? Creo que sugiere que los nuevos mechas intentan construir un mecha al que puedan amar. Que hagan de mamá de sus propios Davids. Y ese mecha los amará. ¿Qué significa el amor en este contexto? Ni más ni menos que cheque, o mate, o π. Ese es el destino de la Inteligencia Artificial. Ninguna mecha los amará nunca, jamás.
Película sobre inteligencia artificial 2020
SINOPSIS: La historia de A.I. fue concebida originalmente por Stanley Kubrick, quien confió el proyecto a Steven Spielberg. Tras la repentina muerte de Kubrick en 1999, su viuda convenció a Spielberg para que se hiciera cargo de la película. La película está ambientada en una época futura en la que los avances de la robótica suponen una posible amenaza para la especie humana. David, un niño robótico, es la forma de vida artificial capaz de experimentar el amor. Como prototipo, es entregado a una pareja cuyo hijo real está en lo que parece ser un coma irreversible. Tras un duro comienzo, David y su madre establecen un vínculo. El hijo real despierta milagrosamente del coma, regresa a la familia y engaña a David para que haga cosas peligrosas. El padre cree que deben devolver a David al fabricante para que lo destruya, pero la madre permite que David se escape. Durante el resto de la película, David busca reunirse con su madre y, durante un tiempo, se le une en su búsqueda “Gigolo Joe”, un robot diseñado para ser un prostituto. David queda congelado en el océano y, milenios más tarde -mucho después de la extinción de la especie humana-, unos robots del futuro lo rescatan y le permiten reunirse con su madre durante un día que perdurará en su mente por toda la eternidad.