Evolución de la inteligencia artificial pdf
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En La evolución de la inteligencia artificial, la autora conduce hábilmente al lector a través del viaje de cómo se concibió la inteligencia artificial, los principales influyentes que allanaron el camino para la invención y adopción de esta tecnología, y los componentes básicos que conforman las tecnologías que forman parte de la inteligencia artificial.La visión de este tema no es desde lejos, sino desde una perspectiva interna. La autora ofrece numerosos ejemplos que hacen referencia a su profunda experiencia en la investigación y aplicación de la inteligencia artificial en el mundo real. Por ejemplo, la narración sobre el origen y el desarrollo de Siri y Alexa es fascinante.Este libro es una lectura obligada para estudiantes, profesionales de los negocios y especialistas en tecnología que buscan ampliar su comprensión de la inteligencia artificial y su impacto en nuestro mundo. ¡Mientras que muchos libros sobre este tema advierten sobre la amenaza que la inteligencia artificial podría desatar en nuestra sociedad, este libro ofrece una visión optimista de lo que podría deparar el futuro… donde la inteligencia artificial es el centro de los avances tecnológicos que podrían permitir a los ciegos ver, y a los discapacitados físicos recuperar el uso de sus brazos y piernas, mejorando drásticamente la calidad de vida en general.Muy bien hecho!
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La inteligencia artificial puede entenderse como un conjunto de herramientas y programas que hacen que el software sea “más inteligente” de manera que un observador externo piense que el resultado es generado por un humano.En los términos más simplistas, la IA aprovecha los sistemas de autoaprendizaje mediante el uso de múltiples herramientas como la minería de datos, el reconocimiento de patrones y el procesamiento del lenguaje natural. Funciona de forma similar a como lo hace un cerebro humano normal durante tareas habituales como el razonamiento de sentido común, la formación de una opinión o el comportamiento social.Las principales ventajas empresariales de la IA sobre la inteligencia humana son su gran escalabilidad, que se traduce en un importante ahorro de costes. Otras ventajas son la coherencia de la IA y los programas basados en reglas, que acaban reduciendo los errores (tanto de omisión como de comisión), la longevidad de la IA junto con las mejoras continuas y su capacidad para documentar los procesos, algunas de las pocas razones por las que la IA está despertando un gran interés.La evolución de la inteligencia artificial
Línea de tiempo de la evolución de la inteligencia artificial
La historia de la inteligencia artificial (IA) comenzó en la antigüedad, con mitos, historias y rumores de seres artificiales dotados de inteligencia o conciencia por maestros artesanos. Las semillas de la IA moderna fueron plantadas por filósofos que intentaron describir el proceso del pensamiento humano como la manipulación mecánica de símbolos. Este trabajo culminó con la invención del ordenador digital programable en la década de 1940, una máquina basada en la esencia abstracta del razonamiento matemático. Este dispositivo y las ideas que lo sustentan inspiraron a un puñado de científicos a empezar a discutir seriamente la posibilidad de construir un cerebro electrónico.
El campo de la investigación de la IA se fundó en un taller celebrado en el campus del Dartmouth College (EE.UU.) durante el verano de 1956[1] Los asistentes se convertirían en los líderes de la investigación de la IA durante décadas. Muchos de ellos predijeron que una máquina tan inteligente como un ser humano existiría en no más de una generación, y recibieron millones de dólares para hacer realidad esta visión[2].
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En la primera mitad del siglo XX, la ciencia ficción familiarizó al mundo con el concepto de robots artificialmente inteligentes. Comenzó con el “desalmado” hombre de hojalata del Mago de Oz y continuó con el robot humanoide que se hacía pasar por María en Metrópolis. En la década de 1950, teníamos una generación de científicos, matemáticos y filósofos con el concepto de inteligencia artificial (o IA) asimilado culturalmente en sus mentes. Uno de ellos fue Alan Turing, un joven polímata británico que exploró la posibilidad matemática de la inteligencia artificial. Turing sugirió que los humanos utilizan la información disponible además de la razón para resolver problemas y tomar decisiones, así que ¿por qué las máquinas no pueden hacer lo mismo? Este era el marco lógico de su artículo de 1950, Computing Machinery and Intelligence, en el que discutía cómo construir máquinas inteligentes y cómo probar su inteligencia.
Por desgracia, hablar es barato. ¿Qué impidió a Turing ponerse a trabajar en ese mismo momento? En primer lugar, los ordenadores tenían que cambiar fundamentalmente. Antes de 1949 los ordenadores carecían de un requisito clave para la inteligencia: no podían almacenar órdenes, sólo ejecutarlas. En otras palabras, se podía decir a los ordenadores lo que tenían que hacer, pero no podían recordar lo que hacían. En segundo lugar, la informática era extremadamente cara. A principios de la década de 1950, el coste de alquilar un ordenador ascendía a 200.000 dólares al mes. Sólo las universidades prestigiosas y las grandes empresas tecnológicas podían permitirse el lujo de adentrarse en estas aguas inexploradas. Para convencer a las fuentes de financiación de que la inteligencia artificial era una actividad que merecía la pena, se necesitaba una prueba de concepto y el apoyo de personas de alto nivel.