Cuestiones medioambientales relacionadas con el transporte
Muchas de las tecnologías que utilizamos a diario consumen muchos más recursos y energía de los necesarios, y su uso y fabricación pueden crear un desastre. He aquí algunas de las formas en que la tecnología puede perjudicar al medio ambiente:
Puedes animar a los fabricantes eligiendo comprar aparatos electrónicos más eficientes energéticamente y menos peligrosos y apoyando a las empresas que hacen de la protección del medio ambiente una prioridad. También puedes poner de tu parte para reducir el impacto ambiental no siendo derrochador y desechando tus aparatos electrónicos de forma segura y adecuada.
Las emisiones de carbono, sobre todo de dióxido de carbono y monóxido de carbono, son gases de efecto invernadero producidos por las personas. Los gases de efecto invernadero son gases presentes en la atmósfera que atrapan y reflejan el calor y la radiación hacia la superficie del planeta. Se cree que en el último siglo, la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha aumentado debido a las emisiones de carbono, y que están contribuyendo al calentamiento global.
Las emisiones de carbono se liberan a la atmósfera a partir de elementos como los coches, los aviones, las centrales eléctricas y las fábricas. También las emiten personas como tú, cuando utilizas un vehículo o la electricidad creada a partir de la quema de combustibles fósiles. El ordenador que estás usando para leer esto está usando electricidad, al igual que tu dispositivo móvil y tu sistema de videojuegos. Todos somos culpables de disfrutar de cosas que no son precisamente ecológicas, pero si somos más inteligentes en el uso de la tecnología, podemos reducir nuestro impacto ambiental.
Impacto de la tecnología en el medio ambiente wikipedia
Más que en ningún otro momento de la historia, la humanidad está produciendo una cantidad asombrosa de datos, que son esenciales para comprender los retos a los que se enfrentan nuestras sociedades y encontrar soluciones. Sin embargo, siguen existiendo lagunas cruciales y la disponibilidad de datos transparentes y de alta calidad es esencial para abordar la triple crisis planetaria y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Las tecnologías digitales pueden aportar algunas soluciones nuevas a estos complejos problemas, pero también tienen un coste medioambiental propio. En este contexto, el fortalecimiento de la gobernanza mundial de los datos y las tecnologías digitales es un paso esencial hacia la Agenda 2030. Esta actualización expone algunos de los retos y oportunidades de la revolución digital, al tiempo que destaca el papel de Ginebra en la agenda digital mundial.
Los datos transparentes y de alta calidad son cruciales para lograr la Agenda 2030. Los datos no solo son esenciales para acceder al progreso en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sino que también son un requisito previo para desarrollar sonidos y soluciones eficaces para abordar los desafíos planetarios. La oportunidad de utilizar los datos para mejorar la toma de decisiones en tiempo real sobre los recursos naturales también podría transformar los marcos de gobernanza medioambiental mundial y los acuerdos medioambientales multilaterales. Hay una enorme esperanza de que las decisiones puedan tomarse, supervisarse y aplicarse utilizando datos espaciales y estadísticos en tiempo real, cerrando así la brecha entre la alarma, la acción y el impacto.
Relación entre tecnología y medio ambiente
La práctica de la industria ha cambiado mucho en los últimos 50 años, incluso en los últimos 10 años. Los avances tecnológicos nos permiten llevar a cabo muchos aspectos de nuestras operaciones de forma mucho más eficiente que hace unos años. Esta eficiencia se traduce en una menor “huella” (la cantidad de superficie perturbada), menos residuos generados, operaciones más limpias y seguras, y una mayor compatibilidad con el medio ambiente.
Los avances tecnológicos están haciendo que la exploración, el desarrollo, la producción, el procesamiento y la distribución de petróleo y gas natural sean más baratos, más eficientes y más protectores del medio ambiente. Las principales contribuciones a los futuros suministros nacionales deben provenir de nuevas fronteras en entornos geológicamente desafiantes y operativamente complejos como el Talud Norte de Alaska, las formaciones profundas, las aguas profundas en alta mar y las formaciones de menor permeabilidad en los Estados de las Montañas Rocosas. Los productores actuales están aplicando una serie de nuevas tecnologías y estrategias para minimizar el impacto ambiental de las operaciones de petróleo y gas natural en estas regiones fronterizas.
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Hoy en día, las nuevas tecnologías están ancladas en nuestra vida cotidiana, en nuestros hábitos y en nuestra moral. Se ha vuelto difícil vivir sin un teléfono, un ordenador o incluso sin Internet. Según las estimaciones de la ONU, en 2020 habrá casi 5.000 millones de personas conectadas, y en 2035 todo el planeta debería tener acceso regular a Internet.
Sin embargo, los vínculos establecidos entre estas tecnologías y el medio ambiente no son muy positivos. Las nuevas prácticas son cada vez más costosas. Según un estudio publicado por GreenIT, la fabricación y el uso de las nuevas tecnologías son una fuente importante de consumo de energía y, por tanto, de emisiones de gases de efecto invernadero.
Por ejemplo, el Iphone X de Apple genera casi 79 kg de CO² durante su vida útil. En 1954, el diseñador industrial Brook Stevens inventó el concepto de “obsolescencia programada”. Esto fomenta las actualizaciones progresivas para promover el consumo continuo de los productos.La web también tiene un impacto en el medio ambiente que se estima que, por persona y a lo largo de un año, emite más de 200kg de gases de efecto invernadero. También requiere un recurso hídrico muy importante; casi 3000 litros de agua al año. (La fabricación de equipos, la producción de electricidad y la refrigeración de los centros de datos requieren agua). En definitiva, todas las acciones que se pueden realizar a través de Internet tienen un cierto impacto en el medio ambiente. Tomemos el ejemplo de enviar un correo electrónico que emite hasta 19 gramos de CO².