Pros y contras de la inteligencia artificial en la sanidad
En los últimos años, el uso de la inteligencia artificial (IA) en la medicina y la sanidad ha sido alabado por las grandes promesas que ofrece, pero también ha estado en el centro de una acalorada controversia. Este estudio ofrece una visión general de cómo la IA puede beneficiar a la asistencia sanitaria del futuro, en particular aumentando la eficiencia de los médicos, mejorando el diagnóstico y el tratamiento médico y optimizando la asignación de recursos humanos y técnicos. El informe identifica y aclara los principales riesgos clínicos, sociales y éticos que plantea la IA en la asistencia sanitaria, más concretamente: posibles errores y daños a los pacientes; riesgo de sesgo y aumento de las desigualdades sanitarias; falta de transparencia y confianza; y vulnerabilidad a la piratería informática y a la violación de la privacidad de los datos. El estudio propone medidas de mitigación y opciones políticas para minimizar estos riesgos y maximizar los beneficios de la IA médica, incluyendo la participación de múltiples partes interesadas a lo largo de la vida de producción de la IA, el aumento de la transparencia y la trazabilidad, la validación clínica en profundidad de las herramientas de IA, y la formación y educación en IA tanto para los médicos como para los ciudadanos.
Retos éticos y legales de la asistencia sanitaria impulsada por la inteligencia artificial
Panorama de la investigación en inteligencia artificial (IA) médicaEn los últimos tiempos, las técnicas de IA han provocado grandes olas en la atención sanitaria, e incluso han alimentado un debate activo sobre si los médicos con IA acabarán sustituyendo a los médicos humanos en el futuro. Creemos que los médicos humanos no serán sustituidos por máquinas en un futuro próximo, pero la IA puede ayudar a los médicos a tomar mejores decisiones clínicas o incluso sustituir el juicio humano en ciertas áreas funcionales de la asistencia sanitaria (por ejemplo, la radiología). La creciente disponibilidad de datos sanitarios y el rápido desarrollo de métodos de análisis de grandes datos han hecho posible las recientes y exitosas aplicaciones de la IA en la sanidad. Guiadas por preguntas clínicas relevantes, las potentes técnicas de IA pueden desvelar información clínicamente relevante oculta en la enorme cantidad de datos, lo que a su vez puede ayudar a la toma de decisiones clínicas.1-3
MotivaciónLas ventajas de la IA se han debatido ampliamente en la literatura médica.3-5 La IA puede utilizar sofisticados algoritmos para “aprender” características de un gran volumen de datos sanitarios y, a continuación, utilizar los conocimientos obtenidos para ayudar a la práctica clínica. También puede estar dotada de capacidades de aprendizaje y autocorrección para mejorar su precisión en función de la información recibida. Un sistema de IA puede ayudar a los médicos proporcionándoles información médica actualizada procedente de revistas, libros de texto y prácticas clínicas para informar sobre el cuidado adecuado de los pacientes.6 Además, un sistema de IA puede ayudar a reducir los errores diagnósticos y terapéuticos que son inevitables en la práctica clínica humana.3 4 6-10 Por otra parte, un sistema de IA extrae información útil de una gran población de pacientes para ayudar a hacer inferencias en tiempo real para la alerta de riesgos sanitarios y la predicción de resultados de salud.11
La Inteligencia Artificial y la sanidad
La IA es cada vez más sofisticada a la hora de hacer lo que hacen los humanos, pero de forma más eficiente, más rápida y a un menor coste. El potencial de la IA y la robótica en la sanidad es enorme. Al igual que en nuestra vida cotidiana, la IA y la robótica forman parte cada vez más de nuestro ecosistema sanitario.
Uno de los mayores beneficios potenciales de la IA es ayudar a las personas a mantenerse sanas para que no necesiten un médico, o al menos no tan a menudo. El uso de la IA y del Internet de los objetos médicos (IoMT) en las aplicaciones de salud de los consumidores ya está ayudando a las personas.
Además, la IA aumenta la capacidad de los profesionales de la salud para comprender mejor los patrones y las necesidades cotidianas de las personas a las que atienden, y con esa comprensión son capaces de proporcionar una mejor retroalimentación, orientación y apoyo para mantenerse saludable.
La IA ya se utiliza para detectar enfermedades, como el cáncer, con mayor precisión y en sus primeras fases. Según la Sociedad Americana del Cáncer, una alta proporción de mamografías arrojan resultados falsos, lo que hace que a una de cada dos mujeres sanas se le diga que tiene cáncer. El uso de la IA está permitiendo revisar y traducir las mamografías 30 veces más rápido con un 99% de precisión, reduciendo la necesidad de biopsias innecesarias[1].La proliferación de wearables de consumo y otros dispositivos médicos combinados con la IA también se está aplicando para supervisar las enfermedades cardíacas en fase temprana, permitiendo a los médicos y otros cuidadores controlar y detectar mejor los episodios potencialmente mortales en fases más tempranas y tratables. [1] Wired (2016). http://www.wired.co.uk/article/cancer-risk-ai-mammograms
Cómo se utiliza la IA en la sanidad hoy en día
La aparición de la inteligencia artificial (IA) en la atención sanitaria ofrece oportunidades sin precedentes para mejorar los resultados de los pacientes y de los equipos clínicos, reducir los costes e incidir en la salud de la población. Aunque se han dado varios ejemplos prometedores de aplicaciones de la IA en la atención sanitaria, es imperativo proceder con cautela o arriesgarse a que los usuarios se desilusionen, a que se produzca otro invierno de la IA o a que se agraven aún más las disparidades existentes en materia de salud y tecnología.
La IA está preparada para realizar avances transformadores y perturbadores en la atención sanitaria, pero es prudente equilibrar la necesidad de una IA sanitaria reflexiva e inclusiva que planifique y gestione activamente y reduzca las posibles consecuencias imprevistas, sin ceder a las exageraciones del marketing ni a los motivos de lucro.